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domingo,
27 de
noviembre de
2005 |
Hay pocos lugares donde rehabilitar animales
A medida que se incrementa el tráfico de especies silvestres y crece también la cantidad de bichos secuestrados en cada operativo de control, se origina otro problema, que igualmente termina haciendo mella en la salud de las pseudomascotas. "No hay suficientes lugares para albergar y asistir a los animales", advierten los profesores de la cátedra libre de animales silvestres de la Facultad de Veterinaria de la UNR e integrantes de la Red Argentina de Combate al Tráfico de Especies Silvestres.
Según explica la directora de recursos naturales de la provincia, Liliana Moggia, cuando la captura se produce cerca del lugar de distribución de la especie, los animales se liberan en su ecosistema. En cambio, si están debilitados o en mal estado sanitario, se envían a la Estación Zoológica Experimental Granja La Esmeralda de la ciudad de Santa Fe. Las aves también suelen soltarse en lugares donde se asegura su sobrevivencia, en las islas, sobre el puente Rosario-Victoria o en el parque Independencia.
"De todas formas, la capacidad de la granja experimental es limitada. Y, en el caso de los monos por ejemplo, no los podés devolver al medio porque están criados como mascotas. No es sencillo. Lo mismo pasa con los loros, no podemos recuperarlos a todos", se sincera la funcionaria.
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