Reclaman la clausura de un semillero de Venado Tuerto

Vecinos del barrio Rivadavia aducen ruidos molestos y contaminación

Carlos Walter Barbarich / La Capital

Venado Tuerto.- Vecinos del barrio Rivadavia de esta ciudad pidieron la inmediata clausura de un local donde funciona una cerealera y aducen que hay una orden municipal que respalda el reclamo de los fronteros de la zona de ruta 8 y Vieytes. Sostienen que los ruidos molestos y la contaminación es una constante en la zona por lo que están evaluando denunciar penalmente a la empresa que funciona en esa zona de la ciudad. Se trata de la empresa Capomax, la que desde hace casi dos años trasladó sus galpones al barrio en cuestión.

Para la vecina Lucía Orfeo "hay una clausura que está en vigencia y no fue puesta en práctica por la Municipalidad ya que la empresa sigue trabajando prácticamente con normalidad lo que genera malestar en los vecinos de este barrio".

Según los denunciantes, Lucía y María del Carmen, la empresa contaba con el uso conforme dado por la Municipalidad para funcionar como una galpón para guardar camiones "pero desde que Capomax se trasladó hasta esta parte de la ciudad lo que hizo fue trabajar como cerealera y venta de insumos agropecuarios".

Dicha zona no es muy poblada en términos generales ya que viven pocas familias en las inmediaciones. Es una zona donde abundan talleres mecánicos y otro tipo de emprendimientos y sólo un puñado de vecinos están separados por los galpones de Capomax.

Sin embargo, la constante en el lugar -y que fue denunciado en reiteradas oportunidades por Lucía y María del Carmen- son los ruidos molestos y la polución. Además sostienen que es caótico el tránsito y que no se respetan las principales normas para circular normalmente "lo que agrava la situación".

"Esta gente sigue trabajando normalmente a pesar de que ya fue clausurado", relató Lucía para agregar que "incluso cuando colocaron la faja de clausura los propietarios la rompieron y siguieron trabajando con naturalidad". El agravante del caso es que en "esos galpones se trabaja hasta altas horas de la noche".

María del Carmen dijo que "lo único que se busca es que se cumplan las ordenanzas vigentes que impiden el funcionamiento de este tipo de emprendimientos. Además pesa una clausura que nunca se llevó a cabo totalmente a pesar de estar clausurado definitivamente por la Municipalidad".

Las vecinas argumentaron que de noche no se puede dormir por los ruidos, ya que a altas horas hay mucho movimiento y procesamiento de semillas de cereal. La presencia de roedores y la polución constante -sobre todo cuando la empresa está en funcionamiento- es lo que más molesta a los vecinos.

"Hay días que no se puede transitar por la cantidad de camiones que hay en la zona", dijo Lucía para luego agregar que "esto genera molestias extras a las ya expresadas". María del Carmen relató que en varias oportunidades no podía salir con su vehículo por estar obstaculizada la puerta de ingreso al hogar. "Muchas veces cargaban cereales y fertilizantes en el medio de la calle", se quejó la mujer.

Hace unos meses se descargaba cereal en medio de la calle.