Efemérides

Un 19 de noviembre

Guillermo Zinni / La Capital

De 1888: Nace el genial ajedrecista cubano José Raúl Capablanca
José Raúl Capablanca, quien a la vuelta de pocos años se convertiría en un genio del ajedrez universal, nació en Cuba el 19 de noviembre de 1888. A los cuatro años de edad comenzó a mover las piezas y sabía el valor de las mismas de tanto ver jugar a Filiberto, su padre, quien era un amante de este deporte. Ocho años después, el 17 de noviembre de 1901, aquel niño logró el campeonato de Cuba tras derrotar en la partida final al líder Alfredo Corzo, por entonces de 28 años de edad. El nombre de Capablanca se expandió por el mundo gracias a su presencia exitosa en diversos torneos, sobre todo después de finalizar la Primera Guerra Mundial. Ya en 1921 discutió con éxito el campeonato del mundo, corona que mantuvo hasta 1927, cuando cayó derrotado en Buenos Aires por Alexander Alekhine, quien jamás le concedió la revancha, quizá a sabiendas de que no tendría fuerzas para volver a derrotarlo. Capablanca fue el primer jugador del mundo en realizar una sesión de partidas simultáneas frente a más de 100 oponentes. En esa oportunidad, en Estados Unidos, ganó 102, hizo tablas una y perdió otra. Toda una hazaña. Fue un caballero como ajedrecista y como hombre público. Ejerció como diplomático durante muchos años, lapso en el que mantuvo una conducta intachable. La muerte lo sorprendió el 8 de marzo de 1942 al sufrir un severo infarto mientras presenciaba una partida en el Club de Ajedrez de Nueva York. Sus restos fueron llevados a La Habana y se le rindieron honores de coronel muerto en acción. A instancias del Che Guevara cada año se realiza en Cuba un torneo en memoria del genial ajedrecista, y al que han acudido figuras de alto nivel mundial como Tigran Petrosian, Mijail Tal, Miguel Najdorf y Robert Fischer. En partidas oficiales Capablanca ganó 318, entabló 249 y perdió 34. Al informar de su deceso dijo el diario porteño Mundo Argentino: “Ha muerto Capablanca, la más prodigiosa máquina de jugar ajedrez que jamás haya existido”. Su apellido perdura en el tiempo no sólo porque hay ataques y variantes de diferentes sistemas de juego que lo llevan, sino por su estilo y concepción del juego ciencia que le dieron en su época el calificativo de adelantado y moderno.

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