|
sábado,
19 de
noviembre de
2005 |
Trabajo. La desocupación bajó al ritmo del crecimiento de la economía
El desempleo retrocedió dos puntos
A nivel nacional se ubicó en el 11,1% durante el tercer trimestre. El año pasado había marcado 13,2%
El índice de desocupación bajó durante el tercer trimestre de este año al 11,1%, desde el 13,2% de igual período de 2004, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La desocupación del 11,1% estuvo debajo incluso del 12,1% del período abril-junio. La semana pasada, el propio ministro de Economía, Roberto Lavagna, aseguró que la desocupación rondaba en septiembre al 10,3%.
De todos modos, si no se computan como empleos los planes Jefas y Jefes de Hogares, la desocupación habría alcanzado al 14,1% entre julio y septiembre, aunque también estaría por debajo del 17,6% del tercer trimestre de 2004.
Con estos datos, y una población económicamente activa (PEA) de 15,5 millones de personas, más de 4,2 millones de habitantes presentan problemas de empleo en el país.
De ese total, cerca de 2.185.000 están desocupados y algo más de 2 millones trabajan en forma parcial, es decir está subocupado.
Los números del Indec revelan que junto con la caída en el desempleo también se registró un sensible descenso en la subocupación, que pasó del 15,2% al 13% del tercer trimestre de 2004 al mismo período de este año.
“Esta baja en la subocupación muestra una mejora en la calidad del empleo, ya que aumentan las horas trabajadas y se fortalecen las relaciones laborales”, destacaron fuentes del Palacio de Hacienda.
Sin embargo, comparado con el trimestre anterior (2º de 2005) la subocupación creció 0,2%.
En el mismo período, la subocupación demandante (quienes buscan trabajar más horas) se mantuvo igual en el 8,9%, mientras que la no demandante (no buscan trabajar más horas) creció del 3,8% al 4,2% entre el segundo y el tercer trimestre de este año.
En tanto, la tasa de actividad —porcentaje entre la población económicamente activa y la población total— pasó de 45,6% a 46,2%, mientras que la tasa de empleo —porcentaje entre población ocupada y población total— aumentó de 40,1% a 41,1%.
Al mismo tiempo, de la comparación de resultados surge que en el trimestre en estudio se crearon alrededor de 250 mil nuevos puestos de trabajo, mientras la economía crecía 2,4%. Contribuyeron a esta situación un incremento de la producción industrial de 1,9%, un alza de 5% en la actividad de la construcción y el tramo final de la cosecha gruesa.
Para realizar este cálculo, el Indec toma como población de referencia el área cubierta por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) sobre un total de 28 aglomerados urbanos, con unos 23,3 millones de habitantes, sobre un población total de alrededor de 37,8 millones.
Lavagna viene señalando las últimas semanas —en cuanta presentación pública realiza— que en los últimos tres años se han creado 2.500.000 de nuevos puestos de trabajo, “el 80% de ellos en el ámbito privado”.
Destacó que esto “no es producto de un veranito, ni de un rebote, ni de una recuperación pasajera” de la economía, sino “de un plan que pone el acento en la producción y en la creación del empleo”, explicó el ministro.
Esta baja de dos puntos interanual en la desocupación se dio en el marco de un crecimiento de la economía del 9% anual, de acuerdo a los propios datos del Indec.
La calidad del empleo Desde la Unión Industrial Argentina (UIA), su especialista en temas laborales, Daniel Funes de Rioja, advirtió que si la baja de la desocupación no es mayor obedece “a las trabas legales” que impone el marco regulatorio del trabajo.
Desde otra óptica, el investigador del Centro de Estudios Laborales (Ceil) Julio Testa destacó que la baja de dos puntos en la tasa de desocupación “es en sí mismo una buena noticia”. Explicó que “si se toma el período 2002-2005, se verifica un crecimiento del empleo, en contraposición a la destrucción que se venía gestando en los 90, pero continúan siendo empleos precarios, tercerizados y con bajos salarios”, dijo Testa.
Lavagna señala que “siempre es mejor cualquier empleo que ninguno y mucho mejor es uno de calidad que uno precario”.
Frente a las críticas, el ministro explica que tras la salida de la convertibilidad, el nuevo modelo “favorece a la industria y el agro, que se da mayormente en el interior, por sobre los servicios y el comercio, que se concentran en la Capital Federal y los grandes centros urbanos”.
enviar nota por e-mail
|
|
|