Se quedó sin final

Argentina lo tenía pero festejó Inglaterra

El seleccionado argentino perdió ayer por 3 a 2 con Inglaterra en un partido amistoso celebrado en la ciudad de Ginebra, Suiza, en el que el notable delantero Michael Owen mostró su capacidad en el área y sentenció el pleito con dos goles cuando el partido se moría.

El equipo dirigido por José Pekerman exhibió un mejor juego, pero se equivocó en el cierre, cuando la cabeza de Roberto Ayala (había sido reemplazado por Fabricio Coloccini) ya no estaba para despejar la infinidad de centros despachados por la formación británica.

Es que el ahora atacante del Newcastle apareció cuando tenía que aparecer y metió dos cabezazos letales para dejar indefenso a Roberto Abbondanzieri, de buena actuación.

El conjunto albiceleste abrió la cuenta por intermedio de Hernán Crespo, a los 34' del primer tiempo. En ese período, Wayne Rooney logró la igualdad transitoria, mientras que en el segundo, a los 8', Ayala llegó para empujar a la red un cabezazo de Walter Samuel, y así poner en ventaja 2 a 1 al elenco albiceleste.

Argentina le imprimió verticalidad al juego durante el cuarto de hora inicial. Riquelme anduvo por demás cerebral y movedizo, Carlos Tevez contribuyó con su potencia y Maximiliano Rodríguez, por derecha, llegó al fondo con bastante asiduidad.

Con esos argumentos el equipo de Pekerman fue dominador en los primeros minutos del partido. Así empezaron a sucederse las chances de gol (las más claras las tuvieron Riquelme, Tevez y Maxi Rodríguez).

Pese a ello, cuando el dominio argentino había decrecido llegó el gol de Crespo tras una buena combinación entre Tevez y Maxi Rodríguez. Pero la alegría duró apenas cuatro minutos, porque un mal rechazo de Ayala derivó en un cabezazo-habilitación de Beckham para Rooney, quien definió con absoluta tranquilidad.

En el segundo tiempo, una jugada de pelota parada le entregó el segundo gol a la Argentina: tiro libre de Riquelme, cabeza de Samuel y arremetida de Ayala para empujarla a la red.

A partir de esa instancia, el equipo argentino intentó regular el ritmo. Y sin que Inglaterra complicara demasiado, Pekerman creyó que el asunto estaba concluido: primero salió Ayala (el único que se hacía fuerte en el juego aéreo), luego se retiró Tevez y a cinco minutos del final el que dejó la cancha fue Riquelme.

Inglaterra apostó como siempre a los pelotazos cruzados y tuvo su premio. A los 42' y a los 45' apareció la cabeza de Owen para dejar a la Argentina con las manos vacías.

El equipo de Pekerman perdió un partido que parecía ganado. El amistoso del miércoles ante Qatar, en Doha, puede servir para seguir experimentando y no lamentar en Alemania 2006 esas distracciones defensivas que ayer dejaron una sensación de vacío.

Sorín va con todo y Rooney vuela. Argentina dejó una buena imagen.