La amenaza de atentado en el metro neoyorquino fue falsa

El informante que alertó desde Irak reconoció que mintió. Llueven las críticas al alcalde de la ciudad

Nueva York. - Nueva York suspendió nuevamente la alarma terrorista declarada la semana pasada tras un supuesto plan para atentar contra la red de metro de la ciudad, que al parecer no fue más que una broma, informó ayer la emisora CNN. La cadena de noticias señaló que la persona que informó del plan confesó haber mentido a la policía. El hombre había afirmado que terroristas iraquíes planeaban atentar con bombas que iban a esconder en cochecitos de bebé y maletas contra el metro de Nueva York.

El alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, envió acto seguido soldados con fusiles y perros rastreadores a diversas estaciones del metro neoyorquino. Un portavoz del Departamento de Seguridad Interior de EEUU calificó ya hace días esta medida de "sorpresiva", ya que las informaciones no eran especialmente creíbles.

Bloomberg, que el mes que viene se presentará a la reelección, es acusado ahora de haber alimentado de forma consciente el miedo terrorista con el fin de desviar la atención de sus propios defectos. Su adversario demócrata, Fernando Ferrer, le exigió hacer pública la información que le fue presentada y explicar por qué reaccionó tomando medidas a tan gran escala.

Un portavoz de Bloomberg replicó: "El alcalde no está en situación de saber de antemano qué amenaza resultará creíble con posterioridad". El propio Bloomberg dijo: "Nos tomamos en serio cualquier amenaza que pudiera resultar remotamente creíble. Es mejor reaccionar una vez en exceso que en defecto".

Según fuentes del gobierno, el informante que comunicó desde Irak que existían planes para atentar contra la red de metro de Nueva York reconoció finalmente que esta información era falsa. Este hombre, que en el pasado sí había proporcionado informaciones veraces, fue interrogado en profundidad y sometido a un detector de mentiras antes de que confesara la verdad, según la cadena estadounidense.

Los tres hombres acusados de complicidad en este proyecto de atentado han sido igualmente sometidos al detector de mentiras, tras haber sido arrestados en Irak, tras lo que las autoridades estadounidenses están convencidas de que realmente ignoraban la existencia de algún complot terrorista.

La supuesta amenaza había llevado a las autoridades de Nueva York a reforzar las medidas de seguridad en el metro, a pesar de las dudas expresadas, incluso desde Washington, sobre la seriedad de la información. El lunes, la policía neoyorquina comenzó a reducir su despliegue, consistente en un incremento de los efectivos en el suburbano y en la presencia de perros entrenados para detectar explosivos.

Nueva York suspendió el alerta y las patrullas en el metro comenzaron a reducirse.