La otra realidad

Para sus habitantes, el distrito Piñero está enclavado en una posición inmejorable, entre las rutas A-O12, 14 y 18, y dos tendidos de vías. Es justamente esta posición estratégica la que genera una perspectiva que contrasta con la sencilla zona urbana. A lo largo de la jurisdicción funcionan una reconocida marca de muebles para cocina, dos fábricas de pirotecnia y una planta de transferencia de cereales sobre los ferrocarriles Mitre y Ferroexpreso Pampeano.

También forman parte de la dinámica una fábrica de filtros, plantas de silos, de tanques para combustibles, criaderos de pollos y un gigantesco monte de duraznos. A menor escala hay microemprendimientos, feet lot y cría de ranas y caracoles. Además, se están construyendo dos countrys: Lomas de la Carolina Golf Club -sobre ruta 18-, un kilómetro antes del paraje Los Pinos, y el emprendimiento Chatrán -sobre la A-O12- antes de llegar a la 18, ruta de la cual los memoriosos recuerdan los madrugones para ir a ver el paso del turismo carretera.

Las mujeres no están ajenas a la fuerza laboral del pueblo. María tiene 17 años y está sentada con su bebé en el cordón de la vereda aprovechando el sol del mediodía. "A las dos entro a trabajar en la comuna, nos ocupamos de regar la plaza, mantener limpias las calles y los cordones y combatir las hormigas", explicó. Ella forma parte de un grupo de unas veinte mujeres repartidas en dos turnos y por la que reciben una ayuda comunal o el Plan Jefas de Hogar.La joven llegó a Piñero hace dos años desde La Plata. "Me gusta este lugar, es tranquilo, allá no se podía salir sin que algo pasara, acá podés andar tranquilamente", comentó. Para los muchachos las salidas del fin de semana incluyen ir a bailar a las localidades vecinas, además de reunirse en la plaza, tomar mate o dar la clásica vuelta del perro.