Bajo sospecha

Selección:Argentina-Uruguay y un manto de suspicacias

Conversado como partido de truco. Así podría resumirse cómo está la última fecha de las eliminatorias sudamericanas antes de jugarse. Un manto se suspicacias cubre la jornada de cierre y en ella el partido entre Argentina y Uruguay es el centro de las polémicas ya que su resultado es determinante.

La encarnizada lucha por el lugar en el repechaje ya comenzó en los vestuarios y no precisamente en los rioplatenses. Los chilenos son los que llevan la voz cantante, porque ven fundamentalmente en un eventual triunfo charrúa su automática eliminación del Mundial de Alemania, más allá del resultado que registren en la última fecha eliminatoria.

Sin embargo, de los tres seleccionados que buscan alcanzar el repechaje ante Australia, Uruguay es la única que depende de sí misma y de ningún otro resultado (ver "Una inédita definición).

El choque de Montevideo es el que claramente más los preocupa, habida cuenta de que hace poco hubo un reconocimiento público de algunos jugadores sobre un arreglo en la pasada fase clasificatoria, cuando Uruguay y Argentina igualaron en Montevideo y eso facilitó la clasificación charrúa en desmedro de Colombia. Aquel partido terminó 1-1 y generó muchas dudas sobre el comportamiento de los futbolistas dentro del campo.

Fue tal el clima de sospechas, que la Conmebol contrató árbitros europeos y en el Centenario dirigió el alemán Marcus Merk, cuya actuación no fue discutida.

Mañana volverán a repetirse los nombres de Fabián Carini, Paolo Montero Darío Rodríguez, Pablo García y Alvaro Recoba, por el lado uruguayo, y Roberto Ayala, Pablo Aimar y Juan Pablo Sorín en el equipo argentino.

Pero además se da el caso que el portero suplente de Uruguay, Sebastián Viera, junto al delantero Diego Forlán, son compañeros de Juan Riquelme, Sorín y Luciano Figueroa, en el Villarreal de España, Mario Regueiro juega con Aimar y Ayala, en el Valencia; Recoba juega en el Inter con los argentinos Walter Samuel y el Kily González; y Richard Núñez es compañero de César Delgado, en el Cruz Azul de México. El zaguero y capitán de Uruguay, Paolo Montero, jugó diez años en Italia y actualmente milita en San Lorenzo.

También es cierto que los poderosos intereses de la televisión que maneja el negocio del fútbol profesional, están muy ligados entre Argentina y Uruguay, donde indistintamente operan casi los mismos empresarios.

Aún así es muy difícil comprobar un arreglo, que, en último caso, queda dentro de la cancha.

Más allá del resultado que se de en el estadio Centenario, Chile necesita ganar para tener aspiraciones de seguir. Por eso, por un lado, desde el bunker transandino piden a los países ya clasificados que "no den ventaja", pero por otro ven con buenos ojos que el DT de Ecuador Luis Fernando Suárez se haya desentendido de la pugna entre uruguayos, chilenos y colombianos enfatizando que ante Chile pondrá algunos suplentes y que "será difícil mantener el nivel de tensión porque ya alcanzaron la meta".

El entrenador ecuatoriano descartó posibles molestias entre colombianos y uruguayos y abrió el paraguas de una manera sutil. "Las otras selecciones harán lo que tengan que hacer, nadie clasificará o dejará de hacerlo por lo que hagamos nosotros. Cada uno es responsable de su campaña. Nosotros ya cumplimos", destacó Suárez.

Nuevamente la selección de Colombia también podría verse afectada si hubiera situaciones extradeportivas. Por eso necesita que Argentina se esfuerce a fondo y que Ecuador salga con todo frente a los chilenos.

Según la óptica del director técnico colombiano, el empate con Chile dejó a Colombia pendiendo de un hilo por lo que solo piensa en lo que puede hacer su equipo mañana y no en eventuales acuerdos. "Lo que suceda en otras canchas lo dejamos a la honestidad, al juego limpio", enfatizó Eduardo Rueda.