Vecinos molestos con los feriantes

Ayer por la mañana, el Mercado Retro abandonó su aspecto de tranquilo paseo dominguero y por momentos se propuso como un escenario de una batalla campal que tenía como contendientes a puesteros y vecinos. Es que, mientras los primeros reclamaban frente a los medios mayor presencia de inspectores de tránsito, los segundos aprovecharon el revuelo para manifestar su oposición a que la feria funcione en plena calle, impidiéndoles el acceso a sus domicilios y el "merecido descanso" después de una semana de trabajo.

En rigor, no eran muchos, pero se hicieron escuchar frente a cámaras y grabadores. "Lo que proponemos es simple -dijo Marcela Esquivel, vecina de un edificio de departamentos de avenida del Valle al 2600- queremos que la feria funcione en un lugar que no afecte el acceso a los domicilios particulares, y que podamos pasar un domingo tranquilo".

A esto se sumó otra vecina, Berbardette Ceveglio. "Esto no se aguanta más, no se puede vivir así. Los domingos nos despertamos a las 8 cuando empiezan a armar las carpas. Y la siesta también la tenemos prohibida porque los parlantes enfocan a mi ventana", se quejó.