Tras un confuso proceso llaman a otra licitación para el bar Vip

Desestimaron a todos los oferentes de la convocatoria anterior y la nueva tendrá más exigencias económicas

El bar Vip, uno de los más emblemáticos de la ciudad, ubicado en el Parque Nacional a la Bandera y que funciona con su concesión vencida, deberá ser concursado nuevamente luego que la Municipalidad desestimara, la semana anterior, a todos los oferentes de la nueva licitación, entre ellos a quien había mejorado ampliamente el canon de pago calculado por el pliego. Ahora se anuncia un nuevo llamado con mayores exigencias económicas para los futuros concesionarios, después de que se tejieran distintas hipótesis desechadas por la titular de la Dirección General de Gestión y Control de Concesiones, la contadora Hilda Gontín, quien argumentó la decisión en la poca conveniencia de las ofertas realizadas.

La situación, en todo legal pero difícil de explicar para los oferentes desestimados en la licitación, hizo que uno de esos empresarios, Eduardo Bruera, echara un manto de sospechas sobre el proceso: "O quieren que el actual concesionario siga, pagando un canon inferior al que podrían cobrar, o llamaron a licitación y pensaron que ganaba uno que no lo hizo".

Bruera se refirió así al malestar que le provocó una notificación recibida el 28 de septiembre. Allí se le comunicaba que se habían desestimado las cuatro ofertas para la explotación, por cinco años, del bar ubicado en las inmediaciones de Alem y Rioja. Las razones argumentadas eran de "oportunidad y conveniencia".

Las sospechas del empresario se asientan en una pretendida prolongación oficial en el tiempo de la actual situación, ya que los problemas en el contrato de concesión del bar Vip vienen de 2003 y hoy sigue funcionando con un permiso precario, incluso luego de varios pedidos de revisión del proceso licitatorio. Y como respaldo de esa opinión ofreció otro ejemplo: el de la licitación para la explotación comercial y remodelación de otro bar, El Lago, ubicado en avenida Morcillo entre las prolongaciones de las calles Santiago y Alvear, en el parque Independencia. "Igual que con el Vip, se convocó hace meses, se declaró desierta sin razones, después se llamó de nuevo con apertura de sobres para después de las elecciones. Estuvieron un año para armar un pliego. Si eso no es ganar tiempo...".

Según la descripción del problema hecha por la propia Gontín, a la licitación del Vip se presentaron cuatro oferentes. Cuando se analizó el primer sobre con los antecedentes personales quedó una en el camino. Cuando se revisó el segundo sobre con las ofertas económicas se concluyó que no eran convenientes para el erario público. Esa decisión fue tomada por la comisión evaluadora del proyecto de obras y de la oferta de canon realizada por los oferentes, y constituida por miembros de, por ejemplo, la Secretaría de Planeamiento, de la Dirección de Obras Particulares, de la de Bromatología, y hasta del Departamento de Discapacitados. Acompañado por el estudio de viabilidad y factibilidad técnica y económica confeccionado por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Rosario, los dictámenes fueron enviados a la Dirección de Asuntos Jurídicos, último trámite para que se declare a la licitación desierta y se efectivice un nuevo llamado a licitación.

"En el marco jurídico estipulado por la ley orgánica de municipalidades y la ordenanza de contabilidad oficial, la Municipalidad puede rechazar todas las ofertas si no le resultan convenientes", explicó la funcionaria de Concesiones, para luego abordar la cuestión específica: "Aquella licitación se diseñó para una economía que venía creciendo, pero no al ritmo de este momento".

Gontín explicó además con números el sospechado rechazo del empresario Bruera cuando había ofrecido un canon mayor al estimado por la letra de la licitación. En la oferta económica se conjugan el canon y el monto de obra. Con respecto al primero, Bruera ofreció un promedio anual de 9.500 pesos, mientras que los otros dos propusieron 8.500 y 6.000 pesos. Sobre el monto de obra, estimado en 500 mil pesos, los dos oferentes restantes llegaban a una inversión de 400 mil pesos, mientras que Bruera calculó 174 mil. "Así, la mayor oferta de canon tenía el menor monto de inversión", y por eso su rechazo, dijo Gontín, y aclaró: "El municipio tiene todo el derecho de desestimar las ofertas, aunque la Dirección de Concesiones no toma decisiones unilaterales, se tomaron en conjunto con otras dependencias municipales".

Como corolario del atribulado proceso se hará un nuevo llamado a licitación después que se montaran "puntos fijos" en otros concesionarios del municipio. Se trabajó durante dos meses en temporada baja, como una forma de hallar el piso de la rentabilidad y se calculó que el canon para el Vip será de 15.500 pesos por mes. "Es el mínimo que el municipio debe exigir como canon para no resultar perjudicada", adujo Gontín. "Se trata del mismo proyecto, así que pueden presentarse quienes lo hicieron anteriormente. Sólo cambian las condiciones económicas para los oferentes", dijo, para agregar: "Tenemos listo el nuevo llamado y lo estamos enviando esta misma semana para su publicación".

"No se quiere perjudicar a nadie pero no se pueden regalar los espacios públicos", espetó la funcionaria, y describió una nueva forma de calcular el pago del concesionario a través de una fórmula polinómica: "Ahora vamos a calcular el canon cada seis meses a través de los precios de una canasta de productos del ramo". Una idea que Bruera consideró de imposible cumplimiento: "Desafío a quien sea que si eso se mantiene en un año nadie podrá pagar el canon con el que ganó la licitación. El que se presente con estas nuevas condiciones es porque no piensa pagar", advirtió el empresario.

Por ahora el local de Alem y Rioja funciona con un permiso vencido.