Maglio puso los pelos de punta a los canallas

El equipo de Cuffaro volvió a sufrir el síndrome de árbitros tendenciosos

El derechazo de Marco Ruben que anidó en la red de Campagnuolo descomprimió toda la tensión. Es que a más de uno le empezaron a revolotearle los fantasmas de los arbitrajes tendenciosos, esos de los que se quejaban sin razón antes de la revancha con Inter, pero que cobró sentido luego de la tarea de Martín Vázquez el jueves y de Carlos Maglio ayer. Hasta el gol, la furia auriazul le apuntaba al árbitro, aunque en las más polémicas la responsabilidad fue de su asistente.

A los 3' nomás, Central se vio perjudicado por la decisión de Raúl Lobatto, quien levantó su bandera cuando Ruben recibía solo en el punto del penal y se aprestaba a fusilar a Campagnuolo. En ese momento parecía que el delantero estaba adelantado, pero no fue así. Rivarola se la dio a Andrés Díaz, quien se la bajó de cabeza a Papa, quien la devolvió atrás y Díaz le pegó muy mal. La pelota le quedó a Ruben, que estaba habilitado.

A los 7' del complemento Villa la mandó a la red. Ruben se la tocó de lujo a Ledesma y el volante se la metió bárbaro a Tito para que definiera. El casildense estaba bien habilitado, no así Ruben que amagó con acompañarlo. Tal vez el asistente Diego Romero interpretó que Marco participaba de la jugada. La conquista estuvo mal anulada.

Y seis minutos después, la bronca auriazul llegó a su pico, aunque sin razón. Rivarola se tiró en el área cuando lo encimó Moralez y el reclamo de penal fue injustificado. Igualmente, Maglio cobró generalmente al revés y hasta dejó pasar una patada a la cabeza de Rivarola de Sebastián Romero, favoreciendo los intereses locales. El gol de Ruben obró como un perdón inconsciente.

Romero levanta la pierna ante Rivarola.