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domingo,
25 de
septiembre de
2005 |
Agro. De la mano de la biotecnología y la trazabilidad, llegan los "especialities"
Crece en el país la producción de
granos "a medida" de los clientes
Maíces con alta licina o con propiedades para la industria textil. El cultivo por contrato llega al 3% de la cosecha
Sandra Cicaré / La Capital
En esta campaña agrícola, sobre 81 millones de toneladas producidas, un 2,8 por ciento -2,3 millones- se lo llevan los productos especiales o especialities, un nicho de mercado que responde a una demanda altamente exigente que recompensa en dinero sus requisitos de calidad.
Aunque también hay espacio para la soja o el trigo, el maíz sigue siendo favorito entre los especialities. Así, desde el cereal con alta licina para alimentación de aves y cerdos hasta el waxy o ceroso, de uso en la industria textil y de alimentos, la tecnología sigue de cerca la impronta que marcan los compradores, especialmente de los países desarrollados.
"En poco tiempo va a haber pocos negocios que no tengan que ver con la trazabilidad, ya que los compradores cada vez más quieren saber de dónde viene lo que consumen", explicó el especialista de productos especiales de Cargill, Juan Espejo.
Para minimizar riesgos y atendiendo a la consigna de "productos diseñados para satisfacer requerimientos específicos", los especialities se venden antes de sembrarse. "Como los contratos se cierran antes de la fecha de siembra y con condiciones preestablecidas, hay que tener asegurado un sistema o proceso de calidad", explicó Romina Seselovsky, de la compañía Red Flint, que desde 1996 audita y certifica productos .
Mientras el mundo de los commodities habilita al productor a definir por sí mismo qué quiere sembrar, los especialities exigen poner en primer plano al cliente.
"Es un mercado de nicho porque la UE demanda calidad e Identidad Preservada (IP)", resumió Aimar Dimo, presidente de la compañía Produsem, que está trabajando para "captar el 15% del mercado externo, el 20% del interno y ser proveedores reconocidos de productos no modificados genéticamente (OGM)", agregó.
Pero aunque la recompensa económica lo vale , la decisión de dedicarse a los especialities exige también una dosis de riesgo. "El valor final va a crecer a medida que aumente la sofisticación aunque también esto exige poner la mano en el bolsillo y correr determinados riesgos", explicó Espejo.
El desarrollo de los productos especiales fue impulsado en los últimos años por el mayor contacto con los clientes, por el desarrollo de la biotecnología y los sistemas de calidad e IP y además, por la desaparición de la negociación entre gobiernos y gobiernos, para pasar al plano de los acuerdos interempresarios.
Así lo puntualizaron los analistas quienes disertaron en un encuentro organizado por el Centro de Gestión Agropecuaria de Fundación Libertad. Citaron también costos logísticos y la desprotección legal del obtentor de variedades vegetales.
El sector ya tiene sus proyecciones de crecimiento. Espejo estimó que para 2010 "si se llega a las 100 millones de toneladas de producción los especiales llegaran a cubrir 5 millones de toneladas, mientras que para 2015 con un resultado de 115 millones de toneladas, alcanzarán el 6% de este total".
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