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 miércoles, 14 de septiembre de 2005  
El gobierno confirmó que ya no necesita más de los superpoderes
La delegación de facultades a la Jefatura de Gabinete para modificar partidas había sido cuestionada por la oposición

El gobierno presentará mañana en la Cámara de Diputados el proyecto de ley de presupuesto para el 2006, con una novedad: no incluye el pedido de delegación de facultades (o superpoderes) del Congreso a la Jefatura de Gabinete para modificar las partidas.

El presidente Néstor Kirchner firmó anteanoche (antes de partir a Nueva York) el proyecto que contempla un crecimiento del PBI de entre el 4 y el 5 por ciento, una inflación que oscilaría del 8 al 11 y un dólar promedio que estará alrededor de los tres pesos.

La decisión de no solicitar esta vez la delegación de facultades especiales en favor del Ejecutivo, como se hizo en los años anteriores, responde a la mejora que refleja la economía.

Voceros gubernamentales indicaron que en lo que va de 2005 la Jefatura de Gabinete, a cargo de Alberto Fernández, sólo reasignó partidas equivalentes al 0,7 por ciento del presupuesto, "lo que significa que no hubo abuso en el uso de esos fondos".

El propio Fernández había indicado el martes que "sería importante entender, para no caer en el discurso constante de algunos sectores de la oposición, que las facultades extraordinarias son solamente la de redistribuir partidas de ministerio a ministerio y que en ningún caso, en los tres años que pasaron, se afectó más del 1 por ciento del presupuesto".


Dudas que persisten
Pero, más allá de los superpoderes, la oposición bramó por el uso, sin intervención parlamentaria, de los excedentes presupuestarios (aquellos recursos adicionales que recauda el fisco y que no fueron previstos en la ley de leyes).

Las voces críticas de la oposición coincidieron en que el tema no es menor si se tiene en cuenta de que el año pasado fueron 13.139 millones de pesos y unos 4.000 millones en lo que va de 2005 (según datos oficiales provenientes del Ministerio de Economía).

Por eso alertaron que la Casa Rosada "subestima deliberadamente" los ingresos en el presupuesto para luego, con la mejora de la recaudación prevista, contar con millonarios fondos adicionales que se manejan (sin intervención del Congreso) mediante decretos de necesidad y urgencia.

Pero también advirtieron sobre la subejecución de gastos (erogar menos de lo previsto), por lo cual legisladores de la oposición calcularon un ahorro de unos 4.000 millones de pesos. Y, por último, destacaron que la estrategia apunta, principalmente, al pago de la deuda y a sostener el valor del dólar.

Respecto de los superpoderes, el gobierno evitó una confrontación espinosa con la oposición por el proyecto de presupuesto, en medio de una fuerte disputa electoral.

La iniciativa prevé un superávit fiscal primario en torno al 3,2 por ciento del PBI y "pautas más bien cautas" en cuanto a crecimiento y recaudación, según destacaron desde la Secretaría de Hacienda, que capitanea Carlos Mosse.

Precisamente estas pautas son criticadas por los economistas de la city, quienes consideran que hay una subestimación de los recursos, para luego destacar el amplio superávit fiscal logrado.

Aunque la situación parece más compleja cuando se habla de los gastos y recursos por repartición: los pedidos de los distintos ministerios y de los poderes Judicial y Legislativo excedieron la pauta prevista por Economía.

Para el 2006 Roberto Lavagna estimaría erogaciones por 75.000 millones de pesos, por encima de los 67.500 de 2005. Sin embargo, el propio ministro adelantó que ya recibió pedidos excedentes por 30.000 millones por sobre esa pauta.

Frente a esta ola de pedidos, el jefe del Palacio de Hacienda advirtió que se harán "todos los recortes necesarios para mantener el superávit fiscal", al que calificó como "una herramienta fundamental de la política económica".

Lavagna recordó que para el presupuesto 2004 los pedidos excedentes que no fueron otorgados alcanzaron los 8.500 millones de pesos, mientras que para el 2005 sumaron 17.000 millones.

Como ejemplo de estos pedidos de mayor presupuesto se anotan el expresado por la Corte Suprema, que en agosto reclamó 1.500 millones de pesos para el Poder Judicial, unos 300 millones más que lo previsto para el 2005.

El alto tribunal aprobó para el año próximo la incorporación de más de 3.200 cargos a la planta permanente y un plan de obras superior a los 230 millones de pesos.

Desde Economía ratificaron que los mayores aumentos de partidas para el año próximo se registrarán en los ministerios de Planificación, Desarrollo Social y Educación.

La medida concuerda con las prioridades de la administración de Kirchner de mantener el plan de obras públicas y mejorar la asistencia social y el nivel educativo.

Asimismo, el proyecto de presupuesto estima, además, los ingresos fiscales para el 2006 en 116.000 millones de pesos, apenas por encima de los 106.000 millones de 2005.

El superávit fiscal, en tanto, rondaría los 16.200 millones de pesos, contra los 14.200 millones actuales.
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Alberto Fernández, blanco de las críticas opositoras.

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