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domingo,
11 de
septiembre de
2005 |
Tiró asomó pero cayó igual
El Tigre de barrio Ludueña jugó mejor aunque sumó la 6ª derrota
Javier Parenti / Ovación
Capital Federal - Enviado especial. Qué gran problema. Jugar en la A es difícil, pero a Tiro Federal le cuesta más que a nadie. Basta mirar los resultados. Todos negativos. Si hasta sin merecerlo perdió anoche ante el campeón. Claro que también hay que entender que recién ante Vélez apareció con un juego propio de un equipo de primera. Tarde quizá para la continuidad del técnico si se guía por cómo se llegó hasta acá. A tiempo para saber aprovechar esta nueva imagen y proyectarla en los próximos cotejos. Con Castelli al frente o no, pero jugando con la actitud de ayer.
La sexta derrota seguida golpeó. Pero no dolió tanto como las anteriores. Sobre todo las sufridas por los deslucidos rendimientos frente a Banfield y Arsenal.
La realidad es la que marca los acontecimientos y Tiro enfrentó a Vélez queriendo cambiar la historia. Y lo consiguió maniatando al local. Claro que eso sólo le alcanzaba para asegurar un 0 a 0. El resultado con el que se fue al descanso y al que a nadie le disgustaba.
Si todo seguía así convenía. Tanto con el esfuerzo de Tiro como con la baja producción velezana, en parte por el control de los Tigres y en proporción a las ausencias del local, tanto de jugadores (sin Gracián es otro) como en el juego, porque Enría, Ocampo y Castromán no aparecían.
Pero bastó una mano del campeón para derrumbar el sueño del primer punto. Esa que metió Castromán demostrando que es uno de los distintos. Se iluminó, dejó a un par de rivales en el piso y la clavó en el primer palo de Vivaldo.
Otra vez para atrás. En un momento impensado, neurálgico del juego. Cuando nada hacía preveer que Vélez podría sacar diferencia, a algo más de diez minutos de quedar Tiro con uno más en la cancha, de un remate de Cámpora que se perdió arriba del travesaño. Pero sucedió y había que esperar la reacción o la caída definitiva del equipo de Ludueña.
Afortunadamente la respuesta fue positiva, no como en anteriores presentaciones en las que un contratiempo llamaba a otro. Esta vez el equipo mantuvo la actitud.
Sin embargo, los pero aparecen cuando la mano viene adversa, el resultado final fue inmodificable.
Porque Luna no pudo entrarle mejor al cabezazo que se le fue apenas arriba del arco de Sessa (a los 25'), porque Ruiz probó un zapatazo desde lejos y el arquero se lo desvió al córner (33'). Y porque Tilger no hizo pie y se vio tentado a que le cobren penal en la última imagen ofensiva, cuando lo marcó Uglessich, pero sin observar que Baldassi no le sacó los ojos de encima y por eso lo amonestó.
Los tres minutos de descuento no sirvieron para modificar la injusticia de esta nueva derrota.
La caída era imaginable. La del débil Tiro a manos del poderoso Vélez. Quien no cayó fue el ciclo de Castelli de su puesto de entrenador ante la sexta caída consecutiva. Es que pareció que Tiro puede soñar. Habrá que analizar muy bien si el conductor para intentar el despegue es el mismo o no. Esto ya es cuestión dirigencial. Pero ojalá que la respuesta llegue acompañada de inmediato por los tan necesarios buenos resultados.
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Basualdo ensaye un remate ante la mirada de Somoza.
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