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sábado,
03 de
septiembre de
2005 |
Desastre. El presidente prometió una mayor ayuda económica
Bush visitó y consoló a las víctimas
"Es como si toda la costa del golfo hubiera sido atacada por la peor cantidad de armas que pueda imaginarse", dijo
Cinco días después del paso del huracán Katrina y tras enfrentar severas críticas por la reacción de su gobierno ante la devastación en la costa del golfo de México, el presidente estadounidense George W. Bush recorrió la zona ayer y prometió que el gobierno restablecerá el respeto a la ley en Nueva Orleáns, donde prevalece ahora la delincuencia.
El mandatario dijo que los 10.500 millones de dólares aprobados por el Congreso son sólo un pequeño aporte inicial para la ayuda a los damnificados.
"No es un viaje que me habría interesado hacer", dijo Bush al salir para echar un vistazo de primera mano a la destrucción de Louisiana, Alabama y Mississippi.
"Es como si toda la costa del golfo hubiese sido atacada por la peor cantidad de armas que pueda imaginarse", dijo el presidente.
Poco después de llegar a Mobile, Alabama, el presidente dijo: "Tenemos la responsabilidad de arreglar este desastre. Lo que no esté funcionando bien lo vamos a hacer funcionar", y acerca de la delincuencia en Nueva Orleáns declaró: "Vamos a restablecer el orden en la ciudad".
En Biloxi, Mississippi, Bush se encontró con dos mujeres que lloraban en una calle donde se había desplomado una casa, y donde árboles de gran tamaño habían perdido sus ramas. "Mi hijo necesita ropa", dijo Bronwynne Bassier, de 23 años, que arrastraba varias bolsas de basura. "No tengo nada".
"Yo comprendo eso", dijo el mandatario, quien besó a ambas mujeres en la cabeza y caminó con sus brazos en torno a su cintura. El presidente dijo a las mujeres que podrían recibir ayuda del Ejército de Salvación, una organización caritativa. "No dejen de luchar", agregó.
Bush comenzó el día en Washington, donde expresó insatisfacción con los esfuerzos realizados hasta el momento por ofrecer alimento y ayuda a las víctimas del huracán, y por acabar con los saqueos y la violencia en Nueva Orleáns. "Los resultados no son aceptables", dijo Bush, que rara vez admite fracasos.
Por primera vez, cesó de defender la respuesta de su gobierno ante el desastre, y la criticó. "Los resultados no son aceptables", señaló. (AP)
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El presidente norteamericano habla con una sobreviviente.
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