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| domingo,
21 de
agosto de
2005 |
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Charlas en el
Café
del Bajo
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-Continuamos pues con la charla sobre padres, hijos y patria potestad. Quienes no han accedido a la charla iniciada ayer, pueden ingresar a la página de este diario en internet, www.lacapital.com.ar. Pero resumiendo, digamos que la patria potestad impone hoy obligaciones de los padres para con los hijos, obligaciones que los progenitores en muchos casos no pueden cumplir porque ellos mismos está desamparados, desprotegidos, humillados y conculcados. No puede decirse, en tales casos, que un padre hace abandono de sus hijos cuando no puede satisfacer el requisito impuesto por la patria potestad.
-De todos modos, no convalidamos nosotros el abandono literal, liso y llano en el que incurren algunos padres cuando dejan a sus pequeños en la vía pública, como se ha dado y da con frecuencia. Pero bien se dice al respecto que ello se debe a la ignorancia existente, tema que también consideramos ayer. Ahora bien, es cierto que el padre y la madre son en un hogar el presidente y la primera dama, son los primeros educadores, pero está claro que en esta sociedad arrasada muchísimos no pueden cumplir con este rol.
-Aquí hay "un naufragio social" y quien abandona en realidad a niños y padres, a estos pobres y angustiados náufragos, es el Estado. Un Estado conformado por hombres a quienes estas cosas parecen no interesarle. A menudo, casi contidianamente, pienso cómo es posible que los gobernantes no implementen medidas para atenuar las consecuencias de un flagelo que al fin y al cabo termina pejudicando a todos. No alcanzo a comprender por qué tanta indiferencia, pues la pobreza es la madre de todos los males sociales, y la inseguridad no se fecunda sino en ella. Pero no puedo encontrar respuestas para tanta displicencia por los desamparados. Ni siquieran actúan por el vano deseo de la gloria.
-Bueno, ayer me llamó un amigo y se mostró indignado por esta campaña presidencial directa (porque pareciera que él es el candidato y no su esposa), en la que llena de improperios e insultos a Duhalde todos los días y en una tribuna distinta, hecho que espanta no sólo a mi amigo, sino a todas las personas de bien y a todos los inversores nacionales y extranjeros que miran esto como un bochorno. Parece la obsesión de la re-reelección de Menem. Y también ayer una amiga me comentó que se sentía feliz porque había comprado junto con otras personas, calzado, ropa y otros elementos para muchos chicos que están descalzos, desnudos y hambrientos en el barrio Stella Maris de Rosario. Estas dos personas pusieron frente a mis ojos la realidad argentina. Entonces, sí señor, es el Estado, sea este nacional, provincial o municipal, el que abandona a las personas y le impide a los padres cumplir con lo que establece el Códico Civil argentino en lo referido a patria potestad.
-Una de las frases recientes que escuché y cuyo pensamiento comparto es la siguiente: "Si una persona no puede trabajar, no puede ser papá". Y esto es de rigurosa certeza y si esta frase la echamos como un manto comparativo sobre la juventud pensante argentina observaremos el drama humano que muchos no advierten: muchos chicos no quieren formar una familia porque no tienen trabajo, o porque no tienen una labor estable. Diría que muchos seres humanos no pueden desarrollarse como tales por la falta de predecibilidad en este país. "¿Para qué voy a tener un hijo, para que sufra?". La frase alguna vez escuchada conmueve los cimientos de Dios.
-Es menester, pues, comprometerse activamente para que esta situación cambie.
-Pero comprometerse de verdad y con el corazón abierto, para que desde el último barrendero, hasta el más encumbrado científico o empresario sientan y vivan la dignidad de ser humano. Los poderosos sino comprenden lo que significa amar al prójimo deberán aceptar al menos que la pobreza es contagiosa y para atacar utiliza muchos métodos y diversos disfraces. Más tarde o más temprano el más rico, o su descendencia, puede ser víctima del monstruo que se mimetiza. Hay que salir a decir a los cuatro vientos que la avaricia es un mal temible y que no hay que tener miedo de dar; hay que salir a decir a los gobernantes y a los líderes de la economía que es hora de conceder y ya basta de someter al ser humano mediante acciones recaudatorias criminales y mentiras insoportables. Hay que luchar para que cada uno pueda ejercer la patria potestad. Hasta mañana, si Dios quiere.
Candi II |
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"La provincia de Buenos Aires parece el show de Titanes en el Ring"
Ricardo López Murphy
Líder de Recrear
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