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miércoles,
17 de
agosto de
2005 |
Los profesionales
Jorge Salum / La Capital
No es la primera vez que lo hacen y eso le da más valor a su gesto. Julián Maidana y Emanuel Villa aceptaron juntarse para la nota y así, acaso sin pensarlo, enviaron un mensaje con destinatarios múltiples: los futbolistas de ambos equipos, los integrantes de los cuerpos técnicos y los hinchas. Sobre todo a los hinchas. No hay pecado en el encuentro entre un jugador de Newell's y uno de Central, ni siquiera antes de un doblete como el que afrontarán mañana y el lunes 29. Ninguno de los dos podrá ser considerado menos profesional por ese encuentro, ni menos comprometido con su equipo, ni menos predispuesto a ganar el clásico y seguir adelante en la Copa Sudamericana. No son enemigos sino integrantes de dos equipos que quieren lo mismo. No se preparan para una guerra sino para un partido de fútbol, por importante que éste sea. Seguramente no piensan
en otra cosa que en ganar, pero no hay razón para que no puedan hablar sobre el asunto sin desconfianza mutua, sin culpas y sin recelo por lo que dirán los otros, especialmente
los hinchas, cuyo reproche los futbolistas probablemente temen
tanto en ocasiones como ésta.
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