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miércoles,
17 de
agosto de
2005 |
juegan a su manera
de los clásicos. Y hablan de los que se vienen
males, así que en éstos, en el marco de una copa internacional, es lógico que haya más expectativa que nunca. Sin dudas, éste es un clásico más importante que el de un torneo local. El otro día estuvimos juntos con el Burrito y me contó que desde hace varios días les están haciendo la cabeza", contó el Pato.
Sus dos nuevos compañeros en Boca también vienen mamando el clima de la previa. Díaz lo está viviendo bien de cerca, "porque tengo amigos jugando y otros amigos que son hinchas de Central. Y yo también a este partido lo voy a vivir como hincha, como lo hice desde que llegué a Central. Veo todos los partidos que juega Central. Siempre lo he seguido, estando en México o en Colón, así que ahora también lo voy a hacer".
Marino, por su parte, está en contacto con sus amigos de Newell's. "En la semana hablé con ellos, los apoyo desde acá y les deseo lo mejor". Más allá del resultado futbolístico, el jugador nacido en Los Surgentes aporta una mirada de ciudadano rosarino: "El marco de una copa continental le dará todavía mayor trascendencia el clásico. La ciudad necesitaba que sus equipos de fútbol tuvieran vuelo internacional. Y creo que es un momento justo para vivirlo. Hay que valorar la Copa Sudamericana, porque tiene cada vez más prestigio".
Díaz comparte la idea. "Ya se está viviendo como algo importante, siempre con la esperanza de pasar de fase y ganar". E insiste: "Yo voy a hacer fuerza par Central".
Abbondanzieri desdramatiza un poco. "Creo que una derrota no significa el fin del mundo ni que el que pierda va a ser el peor". Pero asume la cruda realidad: "Va a pasar uno, que quizás siga avanzando en la Copa, mientras el otro va a quedar sufriendo y rogando que el archirrival no llegue alto. El que gane va a dar un paso importante, porque se va a meter en octavos de final y después no es tan difícil como la Libertadores, donde hay muchas más instancias que superar".
Además, el arquero agrega: "Yo creo que en estos partidos se piensa mucho más en frenar al rival que en las propias posibilidades. Primero se piensa en ganar el duelo. Si después quedás eliminado en la fase siguiente, ya no importa tanto. Perder contra otro equipo en octavos no duele tanto. Y si perdiste el clásico, lo importante será que el otro no avance".
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