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miércoles,
17 de
agosto de
2005 |
Tres xeneizes
Mauricio Bártoli / La Capital
"Es increíble como se está viviendo este Newell's-Central", coincidieron días pasados dos jugadores curtidos en grandes partidos como Roberto Abbondanzieri y Ariel Ortega. El Pato contó la charla que tuvo con el Burrito días atrás y la anécdota sirvió como disparador para esta nota charla de Ovación con tres jugadores de Boca que jugaron el clásico rosarino en bandos distintos: Daniel Cata Díaz y el Pato en Central, y Guillermo Marino en Newell's.
Está claro que esta vez el fervor de los rosarinos por el clásico trasciende más que nunca las fronteras de la ciudad. El plantel xeneize no es ajeno a esa expectativa, como ocurre en otros ámbitos instancias del mundo fútbol en Buenos Aires, donde cada vez son más los que reconocen que en pocas ciudades del mundo se espera un partido con semejante adrenalina como ocurre en Rosario.
Abbondanzieri no tiene dudas que el clásico del fútbol rosarino se vive como en ningún otro lado, "incluso más intensamente que un Boca-River, porque en Buenos Aires también hay hinchas de otros equipos. En Rosario es blanco o negro. Sabemos que hace un montón de días se les dice a los jugadores que hay que ganar sí o sí. Encima, ahora los dos equipos están mucho mejor que en la época en que estaba yo. Ultimamente están peleando torneos: Newell's salió campeón hace poco y Central ha estado prendido hasta las últimas fechas".
Marino refrenda la idea. "En el plantel de Boca hablamos y coincidimos: creemos que Rosario tiene uno de los clásicos más importantes de Sudamérica. Es muy importante para la ciudad. En este momento se habla mucho de esto en Buenos Aires, y también del ingreso de Tiro Federal a primera división. Y ni hablar de los clásicos por la Copa Sudamericana entre Newell's y Central".
Díaz coincide y destaca que la rivalidad de Central y Newell's está dando que hablar más que nunca de cara a los dos clásicos que se vienen, que "son tan importantes para los equipos y para la gente".
Díaz y Marino no habían nacido cuando se jugó el último clásico por Copa Libertadores, en 1975. Y el Pato no lo recuerda ni como hincha, porque tenía sólo tres años. Pero todos saben bien de qué se trata.
"Ya vivimos los clásicos nor-
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Fotos
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El Pato y el Cata apoyan a los canallas.
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