Una noche llena de emoción

Gustavo Conti / Ovación

No muchas veces un partido connota tanto. Por un lado, el debut de un campeonato en casa para Newell's, con un nuevo cuerpo técnico que, como tal, es mirado siempre bajo la lupa. Por el otro, la presentación del benjamín Tiro Federal en la primera división ante el público que lo verá más asiduamente, aunque anoche no haya sido local. Además, el técnico de los Tigres, Jorge Castelli, cargaba de contexto la noche para los hinchas de enfrente. Y, finalmente, sin dudas que lo vivido marcaría el termómetro del humor para el clásico del jueves por la Sudamericana. Pero hay que ir por partes:

Pasó la prueba. Juvenal Olmos pasó la primera prueba, frente a su público, sin estridencias. Además, porque la presencia de Castelli lo obnubiló, sobre todo al principio. Los hinchas habían quedado con una mueca de preocupación tras el empate con Quilmes, pero las victorias obran siempre como los mejores calmantes. No lo vivaron, no lo aplaudieron, pero su equipo hizo lo que tenía que hacer y el chileno zafó bien para el que será el examen más minucioso.

Estaban todos. Se sabe. Tiro Federal estuvo demasiado tiempo desaparecido como para que sus lazos afectivos con la ciudad que lo cobija sean fuertes, pero tal vez de a poco los pueda reforzar. Por lo pronto, ayer un nutrido grupo ocupó la popular visitante (alrededor de mil) y la llenó de banderas, cantos y color albiazul. A lo mejor, en las próximas presentaciones lo acompañen hasta los hinchas que ayer silbaron estruendosamente al equipo al salir al campo, mucho más porque se demoró una eternidad cada vez.

Ovación y emoción. Se robó la mayor ovación de la noche y no era para menos. Jorge Castelli fue el último en pisar el campo de juego de todos los protagonistas, como sabiendo que la principal figura era él. Y de los cuatro costados partió un estruendoso aplauso que fue retribuido por el profesor apoyándose la mano derecha en el corazón, antes y después de recibir una plaqueta por su inolvidable paso por el Parque, cuando hizo zafar del descenso al equipo y, anteriormente, como PF del Newell's campeón de Marcelo Bielsa 90/91. "Fue difícil aguantar la emoción", reconocería luego en el vestuario de Tiro.

Encendidos. Antes y después del partido, la hinchada leprosa cantó por el clásico como era de suponer. Sin tanto grito de guerra hacia el clásico rival sino más bien potenciando el ánimo de su equipo para ese vital enfrentamiento copero. Y se fue cantando y esperanzada, más allá del sufrimiento final cuando Tiro pujó por el empate. Saciada la sed de un pronto triunfo en el Apertura, el "sólo te pido que le ganes a Central" obró como última postal de una noche plena de emociones. Un buen prólogo entonces de Newell's, para el partido que la ciudad espera.