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 domingo, 14 de agosto de 2005  
En las cárceles de mujeres, es el peor delito

"La pobreza está grabada en la retina, aunque el infanticidio no responde sólo a causas económicas. El infanticidio tiene un doble significado: fenomenológico y legal. En lo fenomenológico es la muerte de una criatura. Y en lo legal se unen el discurso médico con el legal y dicen que es la muerte del niño durante el período puerperal. En la cultura tumbera una infanto es la que mató al hijo, o la mataguachos aquí o la childkillers de los ingleses. La matapibes. En la cárcel la infanto es cualquiera, pero no necesariamente la madre. Si es la madre es peor todavía", advierte la psicóloga María Paula Almirón.

-¿El infanticidio se asemeja en la cárcel de mujeres a lo que significa una violación en la de hombres?

-En las cárceles de mujeres el infanticidio es el equivalente a la violación en las cárceles de hombres. Los delitos contra menores son muy fuertes en los penales de hombres, mientras que los de mujeres violadoras no han sido muy estudiados aún.

-¿Qué lugar ocupa la infanticida?

-La infanticida es la primera víctima. La prensa habla un tiempo, la gente discute el caso pero después da vuelta la página y sigue con su vida, pero la que se queda con el drama para toda la vida es ella. Y las otras presas descargan sobre ella parte de sus culpas: la infanticida es el lugar donde poner la culpa, donde poner la furia flotante, y por eso es multivictimizada.

-En el caso de Romina Tejerina parece imposible juzgar sólo el neonaticidio sin tener en cuenta el mosaico de problemáticas sociales y culturales.

-Es un fenómeno multifactorial en el que hay que ver el cuadro completo, que tiene una enorme complejidad, y no recortar la mirada.

-La perito de parte, la psicóloga María Teresa Fernández dijo que "Romina va a ser una buena mamá".

-Para el común de la gente tirar esta frase fuera de contexto suena fuerte. Yo no tuve acceso a los expedientes y es muy difícil opinar desde afuera. Su proceder me pareció muy ético, de todas las partes me identifiqué más con la perito de parte y comparto su posición. Rescato el recorrido y su articulación. Muchas de estas madres son atentas con sus hijos y satisfacen muchas demandas. Hay mujeres que han pasado por esto y son buenas madres. Esto sucede en un momento de intolerable estrés, con múltiples roles: la madre que está cocinando, con un hijo en la bañera, otro mirando tele, otro al que mandó a comprar media docena de huevos.

-Mujeres al borde de un ataque de nervios.

-Exactamente. Mujeres que cumplen tal multiplicidad de roles que en algún momento algo les sale mal. Mujeres que crían a sus hijos solas, con problemas económicos, de vivienda, de salud mental. En general no podemos decir que la madre que mata a su hijo es la que lo odia, es una falacia, un pensamiento muy simplista. De hecho, la persona que más sufre este delito es ella misma. Está muy difuso el límite de ella como víctima y como victimaria. De víctima a victimaria hay un paso. Es muy palpable y por eso la diferencia en los fallos en Europa cuando es la madre o el padre. No hay que sobrecastigar a estas mujeres, pero sí extender esto al hombre.

-¿Una neonaticida se arrepiente?

-No he tenido oportunidad de encontrar una que no lo haya hecho.
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