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miércoles,
13 de
julio de
2005 |
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Los reflejos del piloto nunca se pierden
El audaz movilero venía, sólo por esta vez, manso y tranquilo. Mientras conducía por calle San Lorenzo su estado de ánimo semejaba un oasis de paz después de un fin de semana ajetreado, tal cual es su inveterada costumbre. Pero tanta tranquilidad desapareció en un segundo. Es que el Ford Fiesta de color gris metalizado que lo precedía dobló impensadamente de contramano por Presidente Roca. La buena suerte y la pericia del conductor -quien puso marcha atrás en segundos- evitaron una segura colisión. Pero el brusco retroceso puso en riesgo al cronista, quien debió frenar de golpe para no ser chocado. Ese fue el momento en que el sexto sentido periodístico entró en acción: la entrenada mirada del sabueso radial detectó un gran parecido del hombre que manejaba el Fiesta con... Carlos Reutemann. Los aceitados reflejos del conductor -reaccionó en segundos tras el desliz cometido- eran compatibles con la hipótesis. Sin embargo, una mirada posterior no logró dilucidar el enigma. No hubo más tiempo para despejar las dudas porque el Fiesta ingresó al estacionamiento del Hotel Plaza Real, donde casualmente se celebraba una reunión del justicialismo. El movilero no vaciló y estacionó frente al hotel. Tras interrogar a un colega -quien le confirmó que el Lole había entrado manejando un Ford gris- ingresó al hall central y llamó al ascensor, casi desesperado. Pero el elevador estaba en el estacionamiento. Cuando finalmente llegó a la planta baja y se abrió la puerta, una figura inconfundible apareció bajo la luz de mercurio. Al Lole no se le movió un músculo cuando saludó al periodista, quien por una vez en su vida enmudeció. Y no se atrevió a preguntar absolutamente nada.
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No es popular entre los bancarios
El juez federal Norberto Oyarbide no fue recibido días pasados con excesiva cordialidad por parte de los empleados en la sede central del Banco Nación en Capital Federal, donde cinco cajas de seguridad fueron vaciadas. Parece que ciertas críticas realizadas por el magistrado no cayeron bien entre el personal de la entidad crediticia. A tal punto llegó la bronca que cuando Oyarbide hizo su entrada un nutrido grupo de trabajadores encontró cuatro letras contundentes que, reunidas, hacían ofensiva mención a cuestiones ciertamente íntimas. ¿Quién podrá defenderme?, se habría preguntado el juez. Cualquiera, excepto Spartacus.
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Atención, corten que tenemos un Kirchner
El programa tempranero de Canal 7, "Desayuno", que conduce Víctor Hugo Morales, estaba llegando a su fin cuando alguien pegó el grito en el estudio: "Atención, tenemos un Kirchner". De inmediato hubo un corte y se mandaron al aire las declaraciones del presidente denunciando que la oposición, como en el pasado, busca proscribir su lista. Ese "nos quieren proscribir" sonó a música celestial en los oídos del diputado provincial Carlos Castellani, quien aguardaba en ATC para grabar su micro que va tres veces por semana. "Están hablando de nosotros", pensó erróneamente el líder liberal de Las Parejas. Es que el hombre aún mantenía en ese momento problemas con su candidatura a primer diputado nacional por la Ucedé y el movimiento que encabeza López Murphy. Coincidencia: poco después, su lista quedaría habilitada. |
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"Ese es el tiramierda de todos los días"
Senador nacional (PJ) Carlos Reutemann
Lo dijo cuando fue consultado por una denuncia de corrupción que involucraría a su sobrina
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La muerte golpeó en Londres
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