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 miércoles, 06 de julio de 2005  
Crece el interés masculino por la vasectomía como anticonceptivo
La técnica impide el paso de los espermatozoides. Dudas y temores más frecuentes

Florencia O'Keeffe / La Capital

Son cada vez más los hombres que consultan sobre la vasectomía como método anticonceptivo. La crisis económica, la decisión de muchas mujeres de no tomar más anticonceptivos orales o la imposibilidad de hacerlo, y hasta la voluntad (no siempre dicha) de negarse a utilizar preservativos, impulsa a los caballeros a buscar métodos contraceptivos que les den mayor seguridad.

  Aunque en los consultorios las preguntas al respecto son más frecuentes que años atrás, aún son pocos los que se animan a someterse a la intervención quirúrgica. Falta de información sobre el método, temores sobre posibles efectos adversos o el miedo a arrepentirse luego están a la cabeza de las causas por las que los hombres no se animan a practicarse la intervención aun cuando lo deseen.

  La vasectomía consiste en una intervención quirúrgica con anestesia local mediante la que se cortan los conductos deferentes interrumpiendo el paso de los espermatozoides. La incisión se realiza a nivel escrotal, debajo del pene, para poder acceder a los conductos.

  La esterilización masculina es un método muy difundido en países del Primer Mundo, pero no es una práctica habitual en la Argentina. En Santa Fe recién fue autorizada el mes pasado mediante una ley. Igualmente se venía realizado enmascarada bajo alguna patología, justamente por la falta de reglamentación, como sucede con otras prácticas médicas. En la actualidad, si un hombre se decide por la intervención puede hacerlo en forma gratuita en los hospitales. En centros de salud privados la intervención corre la misma suerte, con la diferencia que el costo de la intervención está a cargo de la obra social o del paciente.

  La uróloga-andróloga Malen Pijoan Molinas aseguró a La Capital que en su consultorio se multiplicaron las consultas sobre el tema aunque son pocos los que toman la decisión. “Se trata de un método poco difundido en nuestro medio y sobre el que hay que ser muy cautelosos. No cualquier hombre puede elegirla como método anticonceptivo”, dice la especialista.

  Si bien se trata de una práctica que puede ser reversible, pensar en una segunda cirugía no es lo más adecuado. “Si el hombre que se hizo una vasectomía se arrepiente, se pueden recanalizar los conductos seccionados, pero es imprescindible que lo hagan profesionales habituados a esta práctica”, señala Pijoan Molinas, explicando que en Argentina, como el método no es común, “mucho menos lo es la recanalización”.

  “Les informamos a los pacientes que si bien se trata de una cirugía muy sencilla, la idea es no tener, en poco tiempo, que volver a operar”.

  La tendencia a cambiar de pareja, más instalada en las últimas décadas, aparece como uno de los “obstáculos” a la hora de practicar la vasectomía. “Aunque no está escrito siempre se tiene en cuenta que el hombre tenga varios hijos y en lo posible una pareja estable, que se trate de una decisión familiar”, dice la uróloga. En España, por ejemplo, donde hay clínicas especializadas en el tema, se considera que la persona tenga como mínimo tres hijos.


Miedos y prejuicios
Para los hombres, hablar de temas vinculados con la sexualidad frente a un profesional suele ser complicado. Pijoan Molinas admite que aquellos que llegan al consultorio con la intención de consultar sobre el tema siempre lo hacen en forma solapada: “Suelen concurrir solos o acompañados y aunque vienen por la vasectomía el tema sale después, primero consultan por otra cosa”.

  Uno de los mayores temores tiene que ver con las posibles consecuencias de la intervención. “Los hombres temen, ante todo, que tenga efectos sobre la función sexual”, reconoce la profesional. “No altera otros órganos aledaños y no tiene ningún efecto sobre la actividad sexual. El varón no pierde la capacidad de tener orgasmos, eyacular y lograr erecciones normales”. Incluso, el volumen del semen no se ve afectado por la intervención ya que la mayor cantidad de líquido no está dado por los espermatozoides.

  La vasectomía es comparable a la ligadura de trompas en la mujer en cuanto a la seguridad que ofrece como método anticonceptivo, aunque la intervención es mucho más simple y conlleva menos riesgos.

¿El efecto anticonceptivo es inmediato? Pijoan Molinas señala que demora por lo menos 12 semanas o bien, 20 eyaculaciones, para que los conductos deferentes estén completamente libres de espermatozoides. “Debe practicarse la abstinencia o usarse un método de respaldo, como un condón, hasta asegurarse, mediante un espermograma, que la seguridad es completa”, reafirma la profesional.
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La andróloga Pijoan Molina.

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