Schroeder fuerza comicios en Alemania

El canciller perdió una moción de confianza del Parlamento. Los conservadores podrían destronarlo en septiembre

Berlín. - El canciller alemán, el socialdemócrata Gerhard Schroeder, perdió ayer deliberadamente un voto de confianza en el Parlamento y allanó el camino para la convocatoria de comicios en septiembre en los que aspira a refrendar su política de reformas, aún cuando los sondeos predicen la victoria de su rival conservadora, Angela Merkel. De los 595 legisladores presentes, 444 se abstuvieron o retiraron el respaldo al canciller, quien justificó la decisión de adelantar un año las elecciones con la falta de apoyo estable en sus propias filas de gobierno y el bloqueo permanente de la mayoría opositora en la Cámara alta.

Schroeder había solicitado a los legisladores que permitiesen el llamado a las urnas mediante el voto de confianza después de que su partido sufriese humillantes derrotas en bastiones regionales de la socialdemocracia. Tras la votación, el mandatario presentó al presidente federal, Horst Koehler, la solicitud formal de disolución del Parlamento y la convocatoria de comicios un año antes del término de la actual legislatura. La fecha tentativa que se baraja es el 18 de septiembre, una vez culminadas las vacaciones estivales.

El voto parlamentario, sin embargo, no significa automáticamente que habrá elecciones anticipadas. El presidente anunció que hará uso de los 21 días que tiene a disposición para tomar una determinación en la que también podría incidir el Tribunal Constitucional.


Pedido de inconstitucionalidad
Algunos diputados, como el verde Werner Schulz, y pequeños partidos políticos han anunciado que recurrirán al alto tribunal para pedir la anulación del voto que consideran manipulado y violatorio de la Carta Magna. En una declaración a título personal en el Bundestag, el ex disidente alemán oriental Schulz dijo que se trataba de un "acontecimiento escenificado, absurdo".Sin embargo, varios constitucionalistas opinaron que es muy probable que tanto Koehler como el Tribunal Constitucional den su visto bueno a la fórmula escogida por el canciller para forzar nuevos comicios. "Fue convincente", señaló Ernst Gottfried Mahrenholz, ex miembro de la alta corte.

Ante los parlamentarios, Schroeder sostuvo que "en las circunstancias actuales" no cuenta con la confianza necesaria dentro de su propio partido y del aliado Partido de los Verdes, y se quejó de que enfrenta el "bloqueo destructivo" de las reformas por parte de la oposición. "No hay tiempo que perder, las reformas no pueden esperar", urgió Schroeder. El canciller responsabilizó al ala izquierda de su partido y miembros de los aliados Verdes de intentar socavar sus esfuerzos por reformar los sistemas sociales, laboral e impositivo englobados en la llamada "Agenda 2010".

Schroeder advirtió que la estrecha mayoría de tres escaños con que cuenta la coalición "rojiverde" es inestable y podría crear problemas en áreas cruciales.