Acuerdos entre Estado y ONGs, clave de la educación especial

Una serie de normativas favorecen el trabajo de integración, aunque no son muy conocidas

Marcela Isaías / La Capital

Las concertaciones que puedan darse entre el Estado, organismos no gubernamentales y el sector privado parecen esenciales para dar respuestas a las demandas del educación especial. Un documento surgido del Consejo Federal de Educación regula este tipo de acuerdos, que entre otras cosas, admite que las obras sociales garanticen la presencia de maestros integradores en las aulas. Sin embargo, desde la misma jefatura provincial del área admiten que por desconocimiento o falta de una difusión adecuada tal documento no es utilizado en su dimensión en las escuelas.

"La educación especial ha estado abandonada por varios años", dice la jefa del departamento de educación especial del Ministerio de Educación de Santa Fe, Florencia Seravalle para explicar enseguida que tal abandono ha significado un grave daño para cientos de niños que deben deambular buscando un lugar en la escuela, pero también el desconocimiento de normas vigentes.

Seravalle conoce de cerca de qué habla, ya que antes de asumir la jefatura del área fue directora de una escuela que contempla en su proyecto institucional la inclusión de niños con necesidades educativas especiales (NEE).

Actualmente, en la provincia está vigente el decreto Nº 2.679, del año 1993. Sin embargo, la funcionaria entiende que tal norma es incompleta para dar respuestas a la demanda creciente por la que atraviesa la escuela especial, además de mostrar algunas "incoherencias en sus artículos". Por eso, desde el 2003, el Ministerio de Educación provincial se remite al documento del Consejo Federal de Educación conocido como A 19 "Acuerdo marco para la educación especial" (que puede leerse en forma completa en la página de Educación de la Nación www.me.gov.ar).

Según explica Seravalle, tal referencia "no ha sido trabajada ni considerada en su magnitud en la provincia hasta hace unos años" y hasta el momento -se lamenta- "se siguen haciendo serias aseveraciones desde la ignorancia de este documento, que es básico y orientador de las normativas elaboradas".

A renglón seguido, cita como ejemplo, que trabajo oficial "avanza claramente hacia los nuevos paradigmas sobre la educación especial". Además de entender que entre las funciones de la misma están las de "promover y sostener estrategias de integración y participación de las personas con necesidades educativas especiales, en los ámbitos educativo, social y laboral".

También que dicho escrito procura la integración de los niños con necesidades educativas especiales a las escuelas comunes en todos los niveles, y que para ellos es posible concertar proyectos y programas con distintos sectores.

Un ejemplo de este alcance es la experiencia (difundida en este este suplemento el 19 de marzo pasado) encarada en la Escuela Nº 72 Juan B. Justo de Rosario, donde dos maestras integradoras, y a falta de los cargos adecuados, trabajan por cuenta de una obra social. Lo particular es que las docentes no atienden sólo a los alumnos para los que fueron contratadas, sino que avalan un proyecto más abarcativo y llegan a otros alumnos del establecimiento con igual tarea.

Florencia Seravalle dice que estas experiencias tienen el apoyo oficial, pero eso no debe significar que igual "el Estado sea el primer responsable de proveer los cargos necesarios", además de entender que de ninguna manera "pueden desplazar el lugar de la escuela especial".

Enseguida, la responsable del área señaló que hasta la fecha, y desde que asumió en su cargo (diciembre 2003) se han creado 58 cargos de maestros especiales, 7 escuelas y 16 cargos de profesionales de los equipos interdisciplinarios.


Equipo interdisciplinario
El año pasado el Ministerio de Educación provincial firmó un acuerdo con distintas universidades y un instituto del profesorado para conformar un equipo de de tutores y pasantes de las áreas de la educación especial, psicopedagogía, psicología y ciencias de la educación para apoyar el trabajo de integración.

La propuesta ya está en marcha y, según indicó Seravalle, entre las actividades previstas figuran la recepción y atención de demandas de escuelas especiales y comunes, orientación, sugerencias para abordar situaciones particulares y colaboración a la hora de elabora un proyecto institucional de integración o bien de redes de trabajo. También se sabe que se trabaja en la preparación de un congreso para analizar el alcance de las distintas experiencias.

Este equipo interdisciplinario tiene su sede en Ayacucho 1544, teléfono 4721424, de lunes a viernes de 10.30 a 14.