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sábado,
02 de
julio de
2005 |
Buscan alternativas al plan de
reducción de energía eléctrica
Según la Asociación Empresaria, la EPE desestimaría los castigos si hay un compromiso de ahorro
Los representantes de empresas pequeñas, medianas y grandes de Rosario insistieron ayer con sus objeciones al Programa de Uso Racional de Energía Eléctrica (Puree). Fueron por más y hasta lograron reunirse con el interventor de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), Luis El Halli Obeid, quien bajó a la ciudad. "Pudimos consensuar que no se aplicaría el plan siempre y cuando no se consuma más electricidad que el año pasado", destacó el titular de la Asociación Empresaria de Rosario, Elías Soso, quien agregó que "de esa forma se evitaría gastar el 10 por ciento menos que el año pasado en forma obligatoria".
Las partes firmaron un acta acuerdo. En uno de sus puntos, Soso solicitó conformar un equipo conjunto para seguir la evolución de los consumos y ahorros registrados y, eventualmente, "en función de los resultados logrados, disponer la reconsideración de las señales económicas del plan, fundamentalmente en lo que se refiere a las penalizaciones indicadas".
Sobre eso, según remarcó el mismo Soso, "el señor Obeid aceptó la propuesta". Ahora la Asociación Empresaria se comprometió además a realizar un seguimiento especial a las empresas que consumen "más que antes porque agrandaron sus instalaciones".
Se trata, en definitiva, de un acuerdo para ahorrar energía sin castigos ni multas económicas de por medio. La intención de los empresarios, según detallaron, "es llegar a 2007 sin situaciones traumáticas para que ese año se resuelva el problema general con la construcción de nuevas usinas". Estas obras serán hechas por la Nación, mientras que la provincia invertirá en las ya existentes para evitar colapsos.
Si bien desde la asociación se mostraron exultantes, voceros de la EPE confirmaron a La Capital que el Puree por ahora sigue vigente, aunque no descartaron continuar dialogando.
El polémico plan, que despertó más de una crítica, prevé bajar el consumo de energía en un 10 por ciento respecto al año pasado. Y para eso, establece fuertes recargos económicos para los usuarios que utilicen más de 600 kilovatios por hora (kw/h) por bimestre y no logren hacer descender las marcas de sus medidores. Una medida que, según datos de la misma empresa, afectará al 31 por ciento de los comercios y al 38 por ciento de las pymes de la provincia.
Los cálculos de la EPE también indican que los usuarios residenciales no serán los más afectados, ya que su promedio de consumo no supera los 250 kilovatios bimestrales y sólo usan más de 600 kilovatios el 8 por ciento de los 747 mil clientes domiciliarios de la provincia.
La discusión sobre los efectos del Puree viene sonando con insistencia. El propio intendente Miguel Lifschitz se quejó ayer al decir que "perjudicará a las industrias", y la subsecretaria de la Producción municipal, Diana Sandoz, sostuvo que la Intendencia presentará un plan "alternativo".
En la misma sintonía, comerciantes emitieron sus argumentos ante legisladores provinciales durante una reunión en el Centro Unión Almaceneros.
El vicepresidente primero de la Federación Gremial de Comercio e Industria, José Ralló, puso el acento en la necesidad de "atacar el 23 por ciento de la energía que la EPE pierde" y remarcó que "hay que empezar por los enganchados y por las pérdidas técnicas que alcanzan un 12 por ciento, cuando el promedio mundial es del 8 por ciento".
El referente industrial dijo también que "habrá que encontrar la manera de reducir el consumo en ciertos momentos y asesorar a las pymes para que hagan un mejor uso de la energía eléctrica".
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