Cerca de 1.300 jinetes desde distintos puntos del país se concentran en Rosario

Los gauchos rinden su homenaje luciendo las mejores galas

Los paisanos santafesinos sostienen que el 20 de Junio es la fecha patria por excelencia

Laura Vilche / La Capital

A caballo o en sulky, con distintos sombreros, bombachas y ponchos, pero con el mismo fin: manifestar el amor a la bandera y a la patria. Así, cada 20 de Junio llegan a Rosario desde distintos puntos del país los gauchos de los centros tradicionalistas. Muchos de ellos vienen acompañados por sus paisanas e hijos y sin importarles los gastos ni el mal tiempo. “Porque los gauchos seguimos manteniendo en alto nuestro orgullo de ser argentinos; para nosotros esta fecha y la que conmemora en agosto el Exodo Jujeño son las más importantes”, asegura Noelia Chialvo, secretaria de la Federación Gaucha de Santa Fe, una de las 17 que integran la confederación nacional.

  Como todos años para el Día de la Bandera, los gauchos repiten la prolongada cabalgata hacia esta ciudad. Unos 1.300 integrantes de centros tradicionalistas y 800 caballos mostrarán hoy sus mejores galas frente al pabellón patrio.

  Los anfitriones, los paisanos santafesinos, llevan en su vestimenta los colores de la bandera provincial: azul, blanco y rojo. “Usamos el pañuelo rojo como los federales; la bombacha angosta, la corralera o chaleco sobre la camisa, las botas altas y tan negras como el sombrero, que puede ser panza de burro, que calza bien para que no lo tire el viento y es redondeado arriba. Ahora, si se trata de un gaucho isleño, el sombrero cambia por uno de ala ancha. Y las paisanas de aquí, al igual que las entrerrianas, usan pollera pantalón y no vestido, porque cabalgan de frente, como el varón”.

  El poncho de los gauchos santafesinos es azul, de guarda roja y flecos blancos. Pero esta prenda convivirá con la de los paisanos de las provincias de Entre Ríos, Córdoba, Buenos Aires y otras tantas, cada una con su estilo y color.

  Chialvo se encarga de señalar algunas de estas diferencias para el público profano. “El gaucho salteño, a diferencia del santafesino, tiene bombacha ancha, para ventilarse en las altas temperaturas, y usa guardamonte, un cuero de protección en las piernas contra los arbustos. Su poncho es color sangre y con franja negra, por el luto en homenaje a Güemes, y su sombrero también es de ala ancha. El de Buenos Aires se viste con lujo, lleva los Rolex de los emprendados, los mejores accesorios del caballo: lucen las riendas, aperos, cabestros, estribos y cabezadas más lindos y caros”.

  Más allá de los detalles, Chialvo aclara que al gaucho no lo hace la ropa, sino su defensa por la cultura y la tradición argentinas. “Ser gaucho es un sentimiento”, dice la mujer. Y recalca a manera de glosario telúrico: “Los gauchos no desfilamos, eso lo hacen los militares, nosotros paseamos; nuestras mujeres se llaman paisanas y no chinas, esa es una parodia de la televisión, y nos sentamos sobre el recado, no la montura, un término para nada criollo”.