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| domingo,
19 de
junio de
2005 |
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La vida por
un reportaje
El dinamismo de Miguel Lifschitz es una cualidad bien conocida del intendente, pero quienes lo conocen bien asegura que a veces llega casi a la hiperkinesia. Los periodistas locales están acostumbrados a la velocidad del lord mayor para desplazarse de un lugar de la ciudad a otro pero muchas veces quedan pagando ante tanta celeridad y se ven obligados a dejar la nota para otro día. Por eso algunos de ellos apelan a recursos insólitos para conseguir la palabra de don Miguel. Hace pocos días, a modo de ejemplo, el siempre atildado Pablo Procopio perdió su habitual compostura para realizarle un reportaje junto a la locuaz Susana Pozzi en una escenografía inhabitual: nada menos que en un ascensor, en la remozada Estación Fluvial. Y si bien el diálogo dentro del habitáculo no dio para mucho, nadie va a negar que los movileros se la juegan por una nota. Mientras no se les ocurra seguir al bueno de Miguel hasta el baño...
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Quiere adelgazar
a toda costa
El periodista deportivo es de tamaño pequeño y los kilitos de más que luce de un tiempo a esta parte han desmejorado su imagen. Coqueto como pocos, el especialista en tenis apeló a métodos drásticos para recuperar la antigua esbeltez de su figura: provocando una sorpresa lindante con el estupor en su grupo de amigos y conocidos, decidió tomar el toro por las astas y en sus escasas horas libres es posible verlo transpirando la camiseta a full en la zona del parque España. Pocos días atrás un colega suyo que disimulaba su rostro detrás de una misteriosa gorra lo sorprendió en plena faena, elongando en un banco de cemento con la ayuda de su estoico "personal trainer". Sin dudas, si persevera en el esfuerzo el fanático de Gastón Gaudio logrará su cometido. Eso sí: que no se haga ilusiones de adelgazar la cabeza.
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De Ushuaia a La Quiaca
y de La Quiaca a Rosario
El avezado cronista de policiales despunta en sus ratos de ocio su pasión por el rock and roll. Y tanta erudición ha adquirido ahora un cauce natural en el programa que conduce por Radio Universidad, Vuelta de Llave. Fue precisamente durante una emisión del ciclo que el otro día vivió una sorpresa... y media. Es que en el transcurso de un reportaje que le hacía a otro especialista en música popular como Claudio Kleiman, nuestro hombre disparó una pregunta vinculada con la célebre gira que León Gieco realizó para concretar su obra cumbre, "De Ushuaia a La Quiaca". Pero la respuesta de Kleiman fue inesperada: "Me parece que esa pregunta te la tiene que contestar quien corresponde...", dijo el periodista porteño y a continuación se hizo un molesto silencio en la línea. Pero el incómodo suspenso no duró demasiado. Es que casi de inmediato se escuchó el sonido de una voz familiar y nada menos que el propio Gieco se ocupó de responder el interrogante. Es que el juglar de Cañada Rosquín es amigo personal de Kleiman y dio la casualidad que en ese momento estaban juntos. Lo que se dice, una feliz coincidencia. |
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"Nunca dejé la política"
Domingo Felipe Cavallo
Ex ministro de Economía, padre de la convertibilidad
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Jujuy, el juicio a Romina Tejerina
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