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| miércoles,
08 de
junio de
2005 |
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Preguntón y pretencioso
El periodista de comunicación social municipal, que también entiende de informaciones regionales, no quiso dar ningún paso en falso en la jornada previa al agasajo a la prensa que ofreció anoche el intendente Miguel Lifschitz. Es que el muchacho de origen humilde, hoy con una enorme autoestima por su presente laboral, hace gala de un paladar muy selecto. Por esa razón preguntó qué habría de ingesta en la noche del Día del Periodista para definir su presencia. "¿De qué son los sanguchitos? ¿Dé qué son las empanadas? ¿De qué son las pizzas?", formaron parte de la artillería de preguntas. Ante las críticas de sus compañeros por su posición inquisidora, respondió: "No, porque si no hay nada que me guste no voy". Una historia para un e-mail con punto.net.
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Concejales enojados
Sorpresa, estupor e indignación fueron algunas de las reacciones de los concejales al recibir una invitación del intendente. Es que Miguel Lifschitz ha convertido la designación de personal municipal en planta permanente en un acto público que tendrá por escenario hoy a las 18 el teatro La Comedia. Uno de los más enojados era Jorge Boasso. "Es propio de tiempos que creíamos superados. No hay peor acto que la vejación, la humillación del ser humano", gritó el radical convencido de que no se debe utilizar la necesidad de la gente para fines políticos. "Es típico de los hombres mediocres: exhibir como trofeos en acto público a 600 personas para el reconocimiento de derechos laborales que nunca debieron vulnerarse y que durante años se han pisoteado con figuras defraudantes de las leyes del trabajo", opinó Boasso. En la sesión del Concejo de mañana el mismo edil pedirá que se discuta sobre tablas un proyecto de repudio al acto del Departamento Ejecutivo.
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Quincho para la polémica
Cuentan que días atrás una alargada mesa del fin de semana reunió a algunos periodistas, un par de empresarios gastronómicos, agentes de bolsa y publicistas, todos con sus respectivas parejas (la invitación corrió por cuenta de uno del último rubro, acostumbrado a moverse como un felino). Como cualquier quincho de fin de semana que se precie de tal, la polémica por la política se despertó apenas avanzada la charla, y la lección, sin proponérselo, la terminó dando el pacífico y siempre buen amigo Rafael Ielpi. Con un corazón en el gobierno municipal, del que forma parte, el Negro no se inmutó de las pasajeras críticas (aunque, a ciencia cierta, el intendente Lifschitz resultó el más elogiado) y siguió demostrando ser uno de los seres más pacíficos y tolerantes dentro del reino (o la jungla) de la política. Bien por Rafael, aunque dicen que por momentos hasta se puso colorado.
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La ilustración y la cátedra
Papel destacado cupo de entrada a un colega en un tour que periodistas locales y nacionales desarrollan por Brasil. Lo reveló por una emisora local otro de los integrantes de la delegación, quien, impresionado, destacó la locuacidad de su compañero de viaje, manifestada en amenas charlas con los demás pasajeros sobre una amplia variedad de temas. Una virtud que le reconocen sus pares de la redacción donde trabaja, en la que su opinión -le sea o no requerida- está siempre presente con erudición enciclopédica, se trate de política como de tenis, de ajedrez como de literatura. Lo que sorprendió fue el apodo con que el grupo lo bautizó: Gregory Peck. Haya sido o no por su dudoso parecido con el gran actor, su regreso es aguardado con expectativa por su círculo habitual, siempre ansioso por escucharlo. |
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"Boasso está cada vez más cerca de Piñón Fijo y cada vez más lejos de Leandro N. Alem"
Horacio Ghirardi
Precandidato socialista a concejal
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