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domingo,
29 de
mayo de
2005 |
Buenos Aires, una aventura histórica
Recorrida por avenida de Mayo. Plazas, parques, teatros y cafés cargados de poesía y recuerdos
Los hitos de la Plaza de Mayo están frescos en la memoria argentina. Bautizada Plaza Mayor por Juan de Garay, en la segunda fundación de Buenos Aires, se convirtió en la Plaza de la Victoria al ser escenario del primer paso hacia la independencia, en 1810. Cuando Buenos Aires, estimulada por convertirse en metrópolis con exigencias políticas que la apuraban para federalizar el país, la declara de facto epicentro de la vida pública: política, económica, religiosa y laica se convitió en Plaza de Mayo.
Una realidad que se perpetúa hasta hoy pasando por la jura pública de la Constitución en 1860; la explosión popular del peronismo, en 1945; la súplica de las madres con hijos desaparecidos y del obispo de Quilmes, desde 1976 y tantos otros episodios.
Recordarlos requiere sumarse al recorrido ideado por la Subsecretaría de Turismo de la ciudad. Todos los días a las 11, desde la Pirámide ubicada en el centro de la plaza, se inicia una visita guiada que reforzará los recuerdos históricos y recorrerá desde el parque Colón, hasta el Café Tortoni, pasando por Hipólito Irigoyen y avenida de Mayo hasta Piedras.
Un parque con historia
Redondo, diferente, el Parque Colón será el inicio. Antiguo emplazamiento de la Aduana, muestra en su centro el monumento a Cristóbal Colón, concretado en mármol de Carrara, en 1910, a pedido de la colectividad italiana para conmemorar el centenario. Luego, la Casa de Gobierno que se levanta donde antes el primitivo fuerte y la Casa de los Virreyes. De líneas italianizantes, su fachada posterior (que se muestra) está construida en la tercera etapa de obra de la Casa Rosada. Luego, se verá el edificio Libertador, el Museo de la Casa Rosada, la Recova, la Sede del Antiguo Congreso hasta llegar nuevamente a la plaza donde el monumento al general Belgrano, estético y ecuestre, obra de los escultores Carriere Bellesue y Santa Coloma, requerirá la atención del visitante. Fue emplazado en 1873 y muestra la figura ecuestre del creador de la bandera y autor de tantas obras políticas y militares que ayudaron a formar la patria.
Otros atractivos
El Banco de la Nación Argentina, de mármol y piedra, creado en estilo neoclásico por el arquitecto argentino Alejandro Bustillo, alberga el Museo Histórico y Numismático. A la entrada del banco, previo al museo, se aprecia la fuente de Los Atletas, obra del escultor uruguayo Zorrilla de San Martín. Pueden visitarse, en la misma vereda, el Banco de Crédito Argentino y la catedral metropolitana construida en el siglo XVIII y reconstruida en 1811, confiriéndole el aspecto actual que se asemeja al de la Madalaine de París.
En su interior se destaca el altar mayor, tallado en madera y dorado del siglo XVIII. Entrando por la nave lateral derecha se encuentra el mausoleo del general José de San Martín, obra del escultor francés Carriere Belleuse. El Cabildo de la Ciudad de Buenos Aires que fuera sede del gobierno en la colonia, cuya fachada se remodeló en 1942 ostentando su actual frente de líneas italianas, refugia dos museos: el de la Revolución de Mayo y el del Cabildo.
No olvidemos a la Pirámide de Mayo. Se erige en el centro de la plaza y fue construida evocando el primer aniversario de la Revolución de Mayo, en 1811. La actual pirámide, esculpida por Prilidiano Pueyrredón, reviste la original, hecha por el alarife Pedro Cañete.
Buenos Aires y París
Veredas bordeadas de plátanos, construcciones ajustadas a concepciones urbanísticas barrocas, proyectadas por el arquitecto Burchiazo durante la intendencia de Torcuato de Alvear, la avenida de Mayo se inauguró en 1894, con una espléndida procesión de antorchas. Tiene 1350 metros de largo y 30 de ancho. En todos sus edificios predomina el estilo francés, desde el Luis XIII al art nouveau, aunque haya algunos con rasgos italianos.
Manifestaciones culturales
El diario La Prensa, cuya construcción es un ejemplo de líneas francesas, alberga la actual Casa de la Cultura, que siempre ofrece espectáculos culturales de música, poesía, y toda manifestación de arte, completamente gratuitas. Otros espacios devinieron en dependencias del gobierno de la ciudad. La alta mansarda del palacio está coronada por una escultura de bronce de 6 metros y 4 toneladas de peso: es una mujer sobre un globo terráqueo que tiene en una mano una farola y en la otra una hoja de papel donde el impreso La Prensa hacía referencia al diario homónimo.
El paseo recorre el pasaje Roverano; el London City, donde escribía Julio Cortázar; la calle Florida peatonal y comercial. Los hoteles y la arquitectura de la avenida de Mayo, completarán esta aventura histórica.
El paseo llega al final en el Café Tortoni, un clásico de Buenos Aires fundado en 1858. Sus muros revestidos de madera y sus mesas de roble y mármol albergaron a figuras destacadas del arte mundial. Es el sitio imbuido de historia y poesía, donde Federico García Lorca consiguió que Lola Membrives estrenara sus obras, tras charlas y seducciones. Alfonsina Storni, Pirandello, Arturo Rubinstein, Borges y Benavente fueron algunos de sus parroquianos. Actual café literario con su bodega que ofrece, día a día, un espectáculo artístico diferente, El Tortoni completa su oferta en el sótano, donde sigue funcionando la peña. También suma a la oferta cultural la sala Alfonsina Storni. Un buen baño de historia para quienes deseen este tipo de refrescos.
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