Año CXXXVIII Nº 48763
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 domingo, 29 de mayo de 2005  
Los estrenos bajo la lupa de Escenario



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"El ambiguo don de la vida"
Calificación: cuatro estrellas. Intérpretes: Birol Unel, Sibel Kekilli y Catrin Striebeck. Direción: Fatih Akin. Género: drama. Duración: 120 minutos. Sala: Village.

Un hombre que ha perdido el sentido de la vida se encuentra con una chica que trató de suicidarse para escapar del estricto control de su familia. Lo dos son alemanes de ascendencia turca. El encuentro se da en una clínica y la chica le propone que se casen, porque el matrimonio es la única forma que ella ve para escapar de la opresión familiar. Se trataría, según ella, de un matrimonio "blanco", de una fachada tras la cual cada uno hace lo que quiere. El hombre, previa extorsión culposa, acepta y se enamora de la chica. Sin embargo, sus caminos en vez de converger se alejan, a pesar de que la chica también lo quiere. "Contra a pared" es un filme potente, que pelea para contar su historia sin darle respiro al espectador. La película, que ganó en el Festival de Berlín del año pasado, está impregnada de violencia, la misma que se puede sentir cuando se advierte que a veces la vida no vale nada, y la misma cuando se pasa a sentir lo contrario, que no hay nada más fuerte que estar vivo.

F.T.
"Como una imagen"
Calificación: tres estrellas. Intérpretes: Marilou Berry, Agnes Jaoui y Jean-Pierre Bacri. Direción: Agnes Jaoui. Género: comedia dramática. Duración: 110 minutos. Salas: Del Siglo y Village.

Una joven (Marilou Berry) que aspira a ser cantante y cuyos encantos físicos no coinciden con el modelo de belleza impuesto, vive enojada con la vida porque además es hija de un escritor (Jean Pierre Bacri, también guionista del filme) famoso y egoísta que no la tiene en cuenta. Quienes a ella se acercan sólo la usan como medio para lograr favores de su padre, incluyendo a su maestra de canto, la propia directora Agnès Jaoui.

Con cierta lentitud narrativa y con el predominio de climas intimistas, el filme repite -pero centrando todo en dos personajes- una voluntad de crítica a la hipocresía y el conformismo de algún sector medio de la sociedad francesa, en la interpretación de un grupo de excelentes actores.

La sutileza del guión de Bacri se complementa con una cámara que acentúa delicadamente las contradicciones en la que cae cada personaje -tanto protagónico como secundario- en su discurso.

U.G.M
"El ojo"
Calificación: tres estrellas. Intérpretes: Angelica Lee, Lee Sin Jie y Lawrence Chow. Dirección: Oxide y Dany Pang. Género: suspenso. Duración: 110 minutos. Sala: Monumental.

Con una llegada tardía a los cines argentinos (se filmó en 2002), "El ojo" muestra el talento de los cineastas de Oriente para saltarse todas las reglas y mezclar terror y realismo. La película cuenta la historia de una chica que recibe un trasplante de córnea y comienza a tener extrañas visiones que le señalan un suceso futuro lleno de horror. Aunque hay mucho previsible, el tratamiento fílmico le da fuerza a esta película y confirma que el terror más potente se está (o se ha estado, dado el tiempo que tardan en llegar los filmes) desarrollando en Oriente. Los hermanos Pang son los directores de la película. Son una dupla bien conocida que trabaja entre Tailandia y Hong Kong, y éste es su filme más exitoso. Dentro de poco tendrá una remake estadounidense producida por Tom Cruise. Por tanto, conviene apurarse a ver el original, que en general siempre es mejor que la versión de Hollywood, según demuestra la historia.

F.T.
"La gran seducción"
Calificación: tres estrellas. Intérpretes: Raymond Bouchard, David Boulin y Pierre Colin. Dirección: Jean Francois Pouliot. Género: comedia dramática. Duración: 105 minutos. Salas: Monumental, Patio, Village.

Uno de los aspectos interesantes de "La gran seducción" es que la trama transcurre sobre una línea que separa lo moralmente correcto de su opuesto. Claro que no les faltan excusas a los habitantes de un pueblo en crisis para montar una gran mentira que incluye a todos los habitantes. El director del montaje, que se desarrolla en una pequeña población que perdió su única fuente de trabajo, decide crear una sociedad de la nada cuando se entera que una nueva empresa tiene planes de radicarse allí, pero el requisito que exige es que haya un médico. Cuando por azar un médico tiene la mala suerte de tener que pasar un tiempo en el lugar, todo el pueblo se moviliza y se acomoda a los gustos del visitante para que se sienta cómodo y decida quedarse. Aunque con exageraciones en el perfil elegido por el director para mostrar ciertos personajes,el filme reflexiona con humor sobre seres falibles, a través de los cuales es posible reconocer el poder de una acción organizada para recuperar la dignidad.

R.B.
"Kinsey"
Calificación: tres estrellas. Intérpretes: Liam Neeson y Laura Linney.

Dirección: Bill Condon. Género: drama. Duración: 118 minutos. Salas: Monumental y Village.


El director Bill Condon ("Dioses y monstruos") consigue un interesante retrato de Alfred Kinsey, el científico que cambió en parte la manera de hablar sobre sexualidad en Estados Unidos y el mundo. Para hacerlo se centra en los años en que Kinsey llevó a cabo sus entrevistas para tratar de establecer un parámetro sobre el comportamiento sexual de los humanos y despejar los enormes prejuicios y censuras que había sobre el tema. Condon muestra cómo la investigación de Kinsey partió de las propias inquietudes y angustias del científico. Este hecho humaniza al personaje y plantea una buena perspectiva para entenderlo. El filme toma partido por Kinsey y enfrenta, en una escena un tanto breve, una de las principales acusaciones que se le hicieron a Kinsey: que experimentó con la sexualidad de los niños. Más allá de ese momento, el personaje es casi ejemplar y con un mensaje claro: en sexualidad cada persona es un mundo, siempre y cuando no dañe al otro.

El trabajo de Liam Neeson como Kinsey es ajustado, y quizás está entre las mejores actuaciones que ha realizado en los últimos tiempos. El estilo de predicador de Kinsey, su reticencia y entusiasmos, se llevan bien con la forma minimalista de Neeson, que muchas veces le ha jugado en contra y lo ha convertido en un intérprete inexpresivo.

Otro aspecto interesante del filme son los pequeños testimonios de los encuestados. Hay de todo, desde la anciana que asegura haber inventado la masturbación hasta el hombre que mantenía relaciones con su pony. Más allá de alguna sonrisa que los testimonios despiertan, el director logra que transmitan su objetivo: mostrar cómo todo el mundo se preocupa por ser normal en un tema sobre el que no hay una verdad última.

F.T.
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