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sábado,
28 de
mayo de
2005 |
Una Carta Magna que refuerza la ejecutividad
La discutida Constitución europea es tan extensa que muy pocos la han leído. Básicamente, crea la figura de un presidente permanente, que permanecerá en el cargo dos años y medio, con posibilidad de ser reelecto una vez. Actualmente la presidencia es rotativa, cada seis meses, entre los Estados miembros. También se designa un ministro de relaciones exteriores europeo. Sin embargo, todos los países deben estar de acuerdo en esta materia, si no lo logran, como ocurrió en la guerra de Irak, el ministro de exteriores no tiene poder para actuar. Además, se reduce la mayoría necesaria para tomar decisiones en el Consejo Europeo y disminuye en una tercera parte el número de integrantes de la Comisión Europea a partir de 2014. Los parlamentos tienen mayor poder para objetar normas de la Unión Europea aunque no podrán desestimarlas. Las leyes adoptadas por el Parlamento Europeo prevalecen por sobre las de los Estados nacionales. Pero los Estados mantienen su derecho a veto en temas de política exterior y defensa.
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