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sábado,
28 de
mayo de
2005 |
Tras los rastros de otros veteranos
El caso recuerda el del teniente japonés Hiroo Onoda, quien hoy tiene 83 años y que se escondió durante 30 años en la isla filipina de Lubang creyendo que la Guerra del Pacífico no había terminado. Onoda fue descubierto en 1974 en Lubang y repatriado a Japón, desde donde emigró un año después a Brasil. En principio éste se rehusó a rendirse. Se requirió la ayuda de su viejo comandante quien debió viajar a la isla filipina y convencerlo de salir de la selva. Otro caso similar fue el de Shoichi Yokoi, hallado en Guam en 1972, y que también ignoraba que el conflicto bélico había terminado. Yokoi regresó a Japón y falleció en 1997. Es por esto que se cree que los dos posibles veteranos hallados ayer no sean los únicos que están viviendo de incógnito en Filipinas. Una fuente oficial no identificada dijo a la prensa que más de 40 soldados japoneses podrían estar viviendo en las montañas filipinas desde el final de la guerra y que todos quieren regresar a su país.
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