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jueves,
26 de
mayo de
2005 |
Obeid no fue a la catedral
pero sí a una jornada popular
El gobernador Jorge Obeid optó ayer por festejar el 25 de Mayo de una manera distinta: fuera de la capital provincial y sin asistir al tradicional tedéum en la catedral santafesina. Decidió ir a Recreo, donde participó de una multitudinaria fiesta popular que se extendió durante toda la jornada y que incluyó un gran desfile cívico militar, chocolate con churros y pasteles, bailes, juegos, números artísticos y deportivos pero no pudo evitar hablar del tema que más dolor de cabeza le trae a su gestión: el conflicto con la empresa concesionaria del servicio de agua potable.
"Lo estamos discutiendo, yo lo dije siempre y me mantengo en eso; hay que ser muy cauteloso, un paso mal dado puede significar que la provincia se termina «comprando» un juicio a futuro. Felizmente tenemos un equipo jurídico muy solvente encabezado por la fiscal de Estado y nos reunimos todos los días, prácticamente"; dijo en referencia a la guerra de nervios que mantiene con Aguas, e insistió en que "oficialmente" la empresa "no notificó nada (sobre su partida), pero si su decisión es irse, deberá comunicarlo, explicar las razones y a partir de allí se abrirá todo un escenario jurídico, donde nosotros queremos estar lo más fortalecidos posibles".
Aunque Obeid no asistió al tedéum, el gobierno buscó disipar cualquier suspicacia en su relación con la Iglesia al enfatizar que monseñor José María Arancedo se hizo presente en el parque del Liceo Militar General Belgrano y abrió el desfile con una invocación religiosa, y que el gabinete encabezado por el ministro Coordinador, Julio Barberis, sí asistió al oficio religioso. El gobernador explicó el cambio de escenario para conmemorar el 25 de Mayo en el hecho de que "cada año eran más los funcionarios y menos los ciudadanos los que participaban del festejo", con lo que buscó esfumar las suspicacias que relacionaban su inesperado faltazo al tedéum con la intención de evitar enfrentarse con alguna protesta presumiblemente de afectados por la inundación de 2003. A pesar de la ausencia del gobernador, algunos damnificados de tragedia se hicieron presentes ayer en las afueras de la catedral aunque no ingresaron (por que no les permitieron hacerlo con sus pancartas) ni se manifestaron en tono confrontativo.
En el templo y frente a los ministros, monseñor Arancedo expresó: "En este año electoral te pedimos por nuestra patria, por la responsabilidad cívica de los ciudadanos, en especial por quienes se sienten llamados desde distintas agrupaciones partidarias a ejercer la función en el gobierno en el marco de nuestra Constitución. Señor, ellos necesitan de ti".Luego oró "por aquellos hermanos nuestros que hoy viven el dolor de la injusticia de la pobreza y necesitan de nuestra solidaridad y de la dignidad del trabajo para reinsertarse".
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