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jueves,
26 de
mayo de
2005 |
Juega en el Monumental desde las 21.15
River tiene que ganar para seguir en la Libertadores
En medio de un clima tenso recibe a LDU. En la ida perdió 2-1
River, acosado por un tormentoso frente interno, las serias dudas sobre la presencia de su conductor, Marcelo Gallardo, y un resultado adverso de 2-1 que debe revertir, será anfitrión hoy de la Liga Deportiva Universitaria de Quito en el partido revancha por los octavos de final de la Copa Libertadores.
Los problemas internos de River, que trascendieron la intimidad del plantel, se hicieron públicos y resquebrajaron desde los cimientos el buen rendimiento futbolístico que sostenía el equipo. Esos mismos protagonistas afrontarán hoy, desde las 21.15, una prueba de fuego en el Monumental. Serán también los mismos que vienen de perder el pasado domingo nada menos que el superclásico frente a Boca. El partido contará con el arbitraje del paraguayo Carlos Amarilla.
A los inconvenientes que padece el plantel millonario como consecuencia de temas extrafutbolísticos, ligados a las relaciones interpersonales del grupo, se les sumaron en las últimas horas otros que sí tienen origen en el juego. El principal es la lesión que sufre Gallardo, quien padece una contractura en el aductor izquierdo casi al límite del desgarro, que se le provocó en el superclásico con Boca, por lo que aún está en duda. Si no llega en condiciones, su lugar será ocupado por el colombiano Jairo Patiño.
Además, ya había sido descartado Gastón Fernández, quien, pese a la habilitación que le otorgó el cuerpo médico, quedó al margen de la concentración porque no pudo responder a los requerimientos de Astrada.
Lo contrario ocurrió con Eduardo Tuzzio, quien más allá del promocionado conflicto con su compañero de zaga, Horacio Ameli, fue dado de alta de la distensión que sufrió ante Olimpo en el aductor derecho y será tenido en cuenta por el Jefe como marcador central (en algún momento se especuló con que se corriera al lateral derecho para reemplazar al cada vez más inseguro Carlos Diogo).
Y en cuanto a la línea de ataque, José Sand no estará y su lugar como acompañante de Ernesto Farías lo ocupará Daniel Montenegro, quien por otra parte solamente está habilitado para la Copa. ¿Marcelo Salas? Bien, gracias.
Respecto de los ecuatorianos, quienes saben que con un empate estarán en los cuartos de final para vérselas el próximo miércoles, en Quito, con Banfield, la ausencia de Elkin Murillo determinará que el equipo plantee el partido con un solo delantero, el argentino Ariel Graziani, un confeso hincha de Boca.
En el plantel quiteño existe una enorme confianza en pasar de ronda y, más allá de los recaudos mencionados, sus integrantes confían en dar el gran golpe en el Monumental.
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