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domingo,
22 de
mayo de
2005 |
Rugby: Uni y Duendes clasifican al Nacional
Tanto para Universitario de Rosario como para Duendes, los partidos que jugaron ayer revestían una importancia superlativa. El triunfo era la única posibilidad concreta para ingresar en el torneo Nacional de Clubes y ambos la supieron aprovechar. Tenían que ganar o ganar y eso hicieron. Duendes, campeón Nacional 2004, apabulló a Sociedad Sportiva de Bahía Blanca 71 a 21, mientras que Universitario dio vuelta un marcador adverso y superó a Huirapuca 24 a 15.
Para Duendes, el partido con los bahienses fue una verdadera incertidumbre ya que el equipo realmente no sabía a quien se enfrentaba y encima le rondaba el fantasma de la derrota ante Santa Fe Rugby (por el torneo del Litoral) ocurrida hace una semana.
"Había que levantar cabeza y el equipo salió a jugarse todo" confesó posteriormente el capitán verdinegro Camilo Boffelli para argumentar la victoria. Lo cierto es que al equipo verdinegro le bastó media hora de juego para quebrar a su rival de turno. Tal fue la actitud y el juego que desarrollaron que definieron el pleito en la primera mitad, cerrando el parcial con una goleada 50-0.
En el complemento la cosas no fueron iguales. "Después, cuando nos alejamos en el marcador, el equipo se relajó un poco, hubo muchos cambios y ellos empezaron a tener más la pelota, se animaron y nos terminaron marcando un par de tries en lo que fue lo negativo de la tarde", enfatizó el capitán verdinegro quien además recalcó que el objetivo de entrar en el torneo se había cumplido.
Para Universitario, la parada tampoco se le presentaba fácil. Enfrente tenía a Huirapuca, un equipo importante que si bien no trajo todo su potencial siempre es complicado. Además cargaba con la presión de meterse en un competencia fundamental para seguir creciendo y ha de ser por eso que sufrió demasiado la carga emotiva a la que se expuso.
Los académicos no jugaron un buen primer tiempo, no encontraron los caminos y se prestaron a la propuesta del juego tucumano. Así se encontraron con que, al término de los primeros cuarenta minutos, perdían 8-3.
Sin embargo, supo reaccionar a tiempo, cambió la forma de jugar pero fundamentalmente modificó su actitud. Trabajaron más pegados a las formaciones y cuando los forwards lograron imponerse recién allí abrieron la pelota a los backs. También ajustaron las marcas (en el primer tiempo había fallado mucho la primera línea defensiva) y utilizaron bien el viento para jugar lejos de su campo. Apostó y le salió bien, redondeando una victoria que los colocó en el torneo de clubes más importante de la Argentina.
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