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domingo,
22 de
mayo de
2005 |
Plaza ganó un partido vibrante
Aníbal Fucaraccio / Ovación
Valió doble. Por más que muchos no se dieron cuenta, la victoria de Atlético del Rosario de ayer cobró una trascendencia que superó su propio significado. Es que fue la primera vez que Plaza ganó dos partidos seguidos en el torneo y ese era un jalón fundamental al que apuntaban sus entrenadores para que el equipo gane confianza, pueda despejar los fantasmas de la temporada pasada y se anime a progresar en su juego sin prejuicios inútiles a cuestas.
De esta manera, con el triunfo sobre Pucará por 43 a 35 en el pasaje Gould, los rosarinos comienzan a tutearse más frecuentemente con los festejos y ya miran más tranquilos -y de reojo- la clasificación para la zona Campeonato del torneo de la Urba.
El encuentro fue emocionante desde el comienzo. La pelota y las situaciones cambiaron de dueño cíclicamente durante los ochenta minutos y eso redundó en un cotejo vibrante y atractivo.
Los dos equipos priorizaron la idea de jugar siempre, no se sentían cómodos en las formaciones (sobre todo en el line out y en el scrum) y paralelamente cometían muchas infracciones en el traslado de la pelota y fallaban en defensa. Se dieron palo y palo. Y se impuso el más fuerte. Sólo así se explica que Atlético haya marcado 6 tries y Pucará 5.
Ya a los 3', Plaza había llegado al ingoal a través del eficiente Castagna. En seguida respondió la visita con una avivada de Comuzzi. Promediando el primer parcial, los locales se adelantaron con un par de penales de Sebastián Baetti. Y sobre el cierre, volvieron los tries de la mano del mismo Baetti, el Cuta Jorge y Weitemeier. Así el local se fue al descanso en ventaja por 25 a 14.
En el inicio del complemento, el partido se acható un poco. Parecía un choque de dos conjuntos que abrían sin criterio la ovalada para evitar los roces y que llamativamente habían perdido profundidad.
Recién sobre los últimos 20' regresó el vértigo y la gente pudo disfrutar de un auténtico "show del try". Weitemeier -en dos oportunidades- y Castagna encarrilaron la victoria plazona. En tanto, el pelado Romano, otra vez Comuzzi y Llauradó descontaron para Pucará y se llevaron punto bonus para Burzaco.
Tras el pitazo final, el público se mostró satisfecho por el impensado espectáculo y Atlético comenzó a sacarse de encima la mochila de las perturbaciones. Esas que el año pasado le pusieron techo a sus ambiciones. Esas mismas que ahora se muestran cada vez más tibias y lejanas.
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