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domingo,
22 de
mayo de
2005 |
Ni fútbol, ni ímpetu, ni nada
Tiro cayó con el pobre Defensores de Belgrano
Perdió 1 a 0, en su peor producción jugando de local
Cuesta entender la pobrísima actuación de Tiro Federal. Durante el transcurrir del actual torneo Clausura tuvo altibajos en su juego, pero jamás la apatía que mostró ayer. Sin respuestas anímicas ni futbolísticas, cayó 1 a 0 con el comprometido Defensores de Belgrano, que recolectó tres puntos de oro simplemente por actitud, algo de lo que careció el campeón del Apertura.
Ausentes los creativos y carente de recuperación, Tiro deambuló sin sentido. En un contexto deslucido, los rebotes y las pelotas divididas terminaban en los jugadores de Defensores de Belgrano, aunque a medida que se aproximaban a Del Vecchio emergían sus limitaciones.
La única vez que Tiro elaboró una jugada propia de su sello, Yacuzzi la tiró por sobre el travesaño luego de una serie de toques y cambios de frente entre Gordillo, Romano y García. El lateral se quedó mascullando bronca, como ocurrió un rato antes en un tiro libre que Llinas le desvió con una mano.
La imagen híbrida de Tiro contrastaba con el entusiasmo de Defensores de Belgrano. El enganche Pellerano arrojándose al piso para colaborar en la marca era la mejor muestra de que el Dragón estaba metido de lleno en el partido.
Con menos recursos técnicos y mayor voluntad se puso en ventaja. Oyola se sacó de encima a Molina con una mediavuelta y su remate mordido se metió lentamente, ante la pasividad de la defensa tirolense que no atinó a cerrar.
Pese a que Ramírez tuvo el empate pero un defensor alcanzó a sacar la pelota cuando iba al fondo, la reacción de Tiro nunca llegó. Todo lo contrario. Jugó mucho peor en el segundo tiempo y cayó en los pelotazos largos en vez de desplegar el juego por el piso que suele practicar. Ni siquiera la mano de Bianco, ubicando a Vacaría en lugar de Gordillo para lograr mayor peso ofensivo, sirvió para modificar el trámite.
Tiro era previsible, avanzaba pero no atacaba y ni siquiera tenía el ímpetu suficiente para meter a Defensores de Belgrano contra su arco. Exponiendo sacrificio, uno de los peores conjuntos de la categoría hacía méritos suficientes para salir airoso del Fortín de Ludueña.
No hubiera ocurrido esto si Ramírez alcanzaba a empujar un tiro rasante de Vacaría que luego Iuvalé dejó en las manos de Llinas. O si Vella no despejaba sobre la línea un cabezazo de Molina. Claro que Defensores también tuvo su chance cuando Oyola no pudo conectar a centímetros del arco.
A Tiro se le escapó el partido sin pena ni gloria. No hizo nada para que no ocurriera y fue su peor presentación jugando de local. Por lo que venía exhibiendo en sus últimas actuaciones, el bajón de ayer no tiene demasiadas explicaciones.
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