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miércoles,
18 de
mayo de
2005 |
Español ganó y Argentino descendió a la C
Se terminó. Anoche, con el triunfo de Social Español frente a All Boys, quedó decretado que la próxima temporada Argentino jugará en la Primera C. Las pocas esperanzas que quedaban se esfumaron. La victoria de los gallegos produjo una nueva frustración en la vida de los salaítos. Es que si bien las chances de salvarse eran muy remotas, aún se soñaba con el milagro. Lo concreto es que a dos fechas del final del Clausura de la Primera B, su destino es cosa juzgada.
Ahora comenzarán a ser recordados los encuentros perdidos, las posibilidades desaprovechadas por parte de Argentino. Sin dudas el peor de esos recuerdos, tal vez por ser el más fresco, sea el del domingo en cancha de Estudiantes, donde tenía la victoria abrochada (ganaba 3 a 1 y estaba jugando con un hombre de más), pero en los últimos tres fatídicos minutos terminó perdiendo 4 a 3.
Muy pocos, incluso los más optimistas, pensaban en que salvarse todavía era posible. Todo parecía cuestión de horas, hasta que jugara anoche Social Español. La única posibilidad con que contaba Argentino era ganar los dos partidos que aún le quedan y que los gallegos sumaran sólo un punto de nueve posibles. Muy difícil.
Argentino vuelve a padecer así lo que sufrió el 14 de junio de 2003, cuando pese a derrotar 3 a 1 a Deportivo Armenio en el José Olaeta perdió la categoría porque Atlanta, que debía al menos empatar, venció a Tigre.
En ese entonces el entrenador era Pablo Marini, el mismo que lo devolvió a la categoría el 30 de mayo de 2004 tras ganarle la final a Barracas Central en cancha de Huracán.
Después de ese logro, Marini siguió al frente del equipo, pero el cambio de categoría pareció ser demasiado para los salaítos. A tal punto que el equipo, con Pomelo como DT, jugó siete partidos en los cuales rescató sólo un punto. Esto desembocó en la renuncia del hoy ayudante de campo de Arsenio Ribeca en Newell's y la posterior llegada de Víctor Milanese Comisso.
El polémico entrenador dirigió hasta el final del torneo Apertura y no le fue tan mal. En 13 encuentros ganó cinco, empató tres y perdió los restantes.
Después de una durísima pretemporada, el Clausura encontró otra vez a un Argentino vulnerable. Comisso y sus dirigidos perdieron los cuatro primeros cotejos y en la 6ª fecha, tras empatar ante Temperley, la dirección técnica volvió a quedar huérfana.
A partir de allí llegaron Roberto Saucedo (era el ayudante de campo de Comisso) y Roberto Settecase, y los resultados siguieron sin aparecer. La racha de tres victorias consecutivas (Tristán Suárez, San Telmo y Central Córdoba) cuando promediaba el Clausura alimentó la ilusión, pero el envión anímico posclásico no dio frutos. Ni siquiera los cinco penales a favor en los últimos cinco encuentros cambiaron el rumbo. Tres caídas consecutivas sentenciaron cualquier aspiración.
Sólo un milagro podía hacer que Argentino se salvara. Y no llegó. Social Español hizo anoche su parte y todo quedó definido. De nada servirá ganarle a Laferrere el sábado y a Flandria en la última jornada. El futuro inmediato es la Primera C. Ya no hay vuelta atrás.
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Argentino no pudo mantener la categoría.
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