Condenan a un ecologista argentino en Cádiz

Daniel Rizzoti, capitán de Greenpeace, irá 6 meses a prisión. La fiscalía había pedido una pena de 4 años

Un ambientalista argentino de la organización Greenpeace fue condenado ayer a seis meses de prisión por un tribunal de España, por haber bloqueado hace dos años la salida de buques estadounidenses de un puerto de ese país cuando comenzaba la guerra contra Irak. El fiscal había pedido una pena de cuatro años de cárcel.

Daniel Rizzotti, capitán del Rainbow Warrior, buque insignia de Greenpeace que participó de la protesta en marzo de 2003, consideró a la sentencia en su contra como "una victoria" de los pacifistas y ambientalistas.

Rizzotti, tucumano y egresado de la Escuela Naval Argentina, manifestó desde la ciudad italiana de Milán, donde recibió la noticia, su "alegría" por la sentencia judicial. De todos modos, anticipó que "es muy posible" que el veredicto conocido ayer sea apelado por sus abogados, ya que incluso no se pudo confirmar si el cumplimiento de la pena es efectivo o en suspenso.

El capitán argentino fue condenado por los delitos de desobediencia grave debido a que el barco que dirigía fondeó en una "zona de seguridad que entorpecía la salida y entrada de buques de la base naval de Rota", según la sentencia.

Además, cuatro embarcaciones de la organización ecologista que se dirigían a colgar una pancarta contra la guerra "desobedecieron las órdenes de la Guardia Civil".


Cuatro fueron absueltos
Por el hecho, otro cuatro ambientalistas acusados junto al argentino fueron absueltos por el tribunal español, con excepción de Phillip Lloyd, quien debe pagar una multa de 600 euros.

Ayer al mediodía se hizo pública, en Cádiz, la sentencia del juicio celebrado el pasado 10 de mayo contra los cinco activistas por aquella protesta pacífica contra buques de guerra de Estados Unidos que partían hacia Irak.

La acusación también había solicitado tres años de prisión para Carlos Bravo y Lloyd por delitos de resistencia grave y lesiones, y nueve meses para los activistas Lawrence Martín y María Teresa Ambrós por delitos de desobediencia, pero fueron absueltos.

Los imputados fueron acompañados por una cibercampaña en la que más de 86 mil personas se autoinculparon con el lema "yo también me manifesté contra la guerra de Irak, yo también quiero ir a la cárcel con Greenpeace".

Los próximos pasos para Rizzotti son, muy probablemente, recurrir la sentencia judicial. En el caso de que sea citado por el tribunal -dijo- "me presentaré sin dudarlo", aunque anticipó que "en dos meses planea ponerse al frente del Rainbow Warrior en el sudeste asiático para seguir haciendo campañas".

"Nos sentimos reforzados por esta sentencia que reconoce la encomiable labor de nuestra organización. Seguiremos trabajando como hasta ahora por el medio ambiente y la paz", aseguró el tucumano desde Milán.

Ponderó el acompañamiento de particulares, que Rizzotti comparó con la "ausencia total" del Estado argentino en el marco del juicio en Cádiz. (Télam)

El marino fue detenido en marzo de 2003.