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 miércoles, 18 de mayo de 2005  
Las facultades del área de Salud van por más

Si existen espacios donde el "prohibido fumar" cae de maduro, son los de salud. Y paradójicamente, en las tres facultades de esa área de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) -Medicina, Bioquímica y Odontología- se fuma. La Capital recorrió las tres casas de estudio y comprobó que en las aulas, salvo en contadísimas ocasiones, no entra el pucho.

Pero la regla se rompe en pasillos, laboratorios y bares donde los carteles que piden abstenerse de las pitadas apenas se ven por la humareda de las fumatas. Y eso que existe una ley nacional, una provincial, una resolución del Rectorado y hasta normas de los directivos de las propias facultades pidiendo que no se prendan cigarrillos.

El único lugar del área de Salud donde desde el año pasado el aire está completamente libre de humo de tabaco (como aconseja la Organización Panamericana de la Salud) es el Hospital del Centenario, centro de salud donde los estudiantes de años superiores realizan sus prácticas.

A pesar de que la batalla contra el pucho parece perdida, hay personas que siguen dando su pelea. En Odontología, un no docente presentó en 2002 su pedido ante el Consejo Directivo y logró que el cuerpo prohíba fumar en todo ambiente techado. Pero basta bajar las escaleras y caminar por los pasillos internos de la facultad para pisar colillas y cajitas de puchos vacías por doquier.

Lorenzo Ripol trabaja hace 30 años en la facultad y entre otras cosas se dedica a hacer letreros con fibrón rojo y colgarlos por todos los rincones. "Prohibido fumar. Ley nacional 23.344-ley provincial 10.855-resolución Nº359/002-Consejo Directivo", se lee en los caseros carteles de Ripol.

En Bioquímica fue la docente de la cátedra de toxicología, Ana María Evangelista de Duffard, la que pidió en abril de este año y en coincidencia con el Día Mundial del Tabaco que no se fume más en ningún lugar de su facultad. Por los pasillos los propios alumnos dicen: "Si te ve la Duffard fumando te mata", y ella se ríe de eso y de los insultos de sus propios colegas. A todos les recuerda los efectos nocivos del cigarrillo (contenido de la cátedra que dicta en 5º año) y los riesgos de prender un pucho en un ámbito donde los elementos inflamables están a la orden del día.

En Medicina, el alumno Damián Verzeñassi, de la agrupación independiente Renovación, Compromiso y Participación, presentó un proyecto ante el Consejo Directivo en octubre de 2004. Allí pedía crear una comisión para hacer campañas contra el pucho y buscar un espacio edilicio para los fumadores. Pero hasta ahora, y a pesar de que el consejo aprobó la medida, no pasó absolutamente nada.
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