Las universidades privadas cumplen a rajatabla con la norma antitabaco

En cinco casas de altos estudios de Rosario recién se puede prender un cigarrillo al pisar la vereda

Las universidades privadas coinciden en su postura hostil al cigarrillo dentro del ámbito académico. La Capital consultó a cinco casas de estudios y comprobó que en algunos casos la prohibición de fumar avanza hasta la vereda. En cambio, la realidad es muy distinta en las 12 facultades que dependen de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). En ellas el acatamiento es tan dispar como heterogéneo a la hora de adoptar la recomendación de las autoridades académicas en cuanto a prohibir el pucho. No obstante, el rector de la UNR, Ricardo Suárez, anticipó que planteará el tema en la próxima reunión del Consejo Superior.

En la sede local de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) está terminantemente prohibido fumar en clase. También en lugares cerrados y en ascensores; y la norma interna rige para alumnos, docentes y no docentes. Quienes deseen prender un pucho podrán sólo hacerlo en el sector fumadores del bar, o bien en algunos lugares abiertos.

En la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano (Ucel) directamente no se permite encender un cigarrillo en todo el perímetro del edificio y hace años que los carteles indicadores alertan sobre la prohibición, que se cumple a rajatabla.

Tampoco se permite fumar en la Universidad Austral. Está prohibido en clase y sólo existe flexibilidad para los fumadores en sitios abiertos o aireados dentro de las instalaciones educativas. Esta disposición se cumple del mismo modo en las facultades de la Universidad Católica Argentina, con asiento en Rosario. Y también en la sede local de la Universidad de Concepción del Uruguay, donde se enciende el pucho en los patios y en el bar, pero nadie lo hace adentro de las aulas.


UNR, ¿libre de tabaco?
En Arquitectura, la sugerencia de no fumar durante las clases se cumple rigurosamente y hasta su decano, Héctor Floriani, prometió que presentará un proyecto al consejo directivo para declarar al edificio universitario "libre de tabaco".

Como contrapartida, en Humanidades las latitas de conserva que se usan de cenicero adornan todas las aulas a pesar de la existencia de carteles que recomiendan no fumar.

El caso de la joven de 18 años que padece fibrosis quística y cursa sus estudios en la Escuela de Comunicación Social disparó la polémica en los pasillos de la universidad.

M.A. es víctima de un cuadro hereditario que afecta sus vías respiratorias, por lo que el humo del cigarrillo le resulta doblemente nocivo que a los fumadores pasivos. La estudiante intentó llegar a un "acuerdo" con docentes y compañeros para que en las aulas no se fumara, pero debió enfrentarse a la falta de conciencia antitabaco.

La Facultad de Ciencia Política (que comprende a Comunicación Social) no es la excepción a la regla, sino que el cumplimiento de la resolución de la UNR que insta a declarar las aulas como "libres de humo" depende sólo de la voluntad de alumnos, docentes y no docentes.

Y en Humanidades poco se respetan los carteles. "Los hemos puesto, y si alguien se queja por el humo se lo invita a que fume fuera del aula", dijo el decano de la facultad, Darío Maiorana. "Si nos retrotraemos a 20 años atrás, ahora se fuma bastante menos", dijo, en un intento por hacer ver que algún avance hubo.

Por otro lado, el titular de Arquitectura anticipó que presentará un proyecto de resolución ante el Consejo Directivo de la facultad para que no se fume en las aulas ni en los lugares cerrados. "La intención es dar un paso más a la sugerencia hecha por el rector Suárez, que adhiere a la normativa municipal", detalló el académico.


La postura del rector
El rector Suárez se explayó ayer sobre la queja de la alumna de Comunicación Social, en particular, y el tema del pucho puertas adentro de las facultades, en general. La autoridad argumentó que por el sistema de autonomía universitaria no puede obligar a las facultades a acatar la orden de no fumar, sino que deben ser las mismas casas de estudio las que lo hagan.

No obstante, adelantó que en la próxima reunión del Consejo Superior será él mismo quien retomará el tema, tal cual lo hizo en 2001, cuando presentó ante el cuerpo una resolución.

"He hablado con el decano de Ciencia Política (Fabián Bicciré) y no creo que haya problemas en tomar medidas para que nadie fume cerca de esa estudiante, quien padece una enfermedad", aseguró Suárez al referirse al caso de la alumna que cursa sus estudios superiores en Comunicación Social.

Ahora bien, al hablar de la conciencia antitabaco en relación a las doce facultades de la UNR, Suárez recordó la resolución Nº1.121 que redactó hace cuatro años y aprobó el Consejo Superior. Allí, el rector instó a toda la comunidad universitaria y al público en general a abstenerse de fumar dentro de los lugares cerrados de las facultades. "Yo no tengo posibilidad de prohibir, pero puedo recordarles a los decanos y de hecho lo hago, que tengan en cuenta esa resolución. Después depende de cada Consejo Directivo que vote sus normas ", señaló.

A pesar del caso del reclamo de la alumna de Comunicación y otros tantos que se conocieron a lo largo de su gestión, Suárez dijo que no se está viviendo el "momento ideal" en materia de lucha antitabaco dentro de la UNR, pero "ahora no se fuma, ni en Rectorado ni en la sede de gobierno", remarcó.

Un no docente de Odontología pega sus carteles antipucho.