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 domingo, 15 de mayo de 2005  
Un asalto y muerte que terminó en perpetua
Un juez condenó a un joven que durante 2003 apuñaló a otro para robarle la bicicleta, la que vendió por 20 pesos

En la zona de Necochea y Dr. Riva muchos lo conocían por los apodos de Mele o Melena. Fue en esa esquina que se le cruzó Mariano Martín Molina, quien tuvo la mala fortuna de pasar en su bicicleta. Al Mele le gustó el rodado, se hizo el distraído y sin pensarlo demasiado encaró a su víctima para asaltarla. Pero su osadía fue mucho más lejos, y ante la resistencia de Molina, que llegó a conectarle un puñete en la cara, le asestó una puñalada en el pecho. Luego montó en la bici, se marchó y la vendió por 20 pesos. Dos años y tres meses después de aquel hecho, Melena o Cristian Edgardo Arredondo fue condenado a prisión perpetua por homicidio agravado.

El juez de Sentencia Nº 2, Antonio Ramos, entendió que ante la oposición de la víctima, Arredondo la lesionó "mortalmente para lograr su fin, es decir el robo. El homicidio fue un medio para conseguir lo que se propuso", señaló en la resolución.

De acuerdo a lo probado hasta el momento, las andanzas de Arredondo que terminarían por mandarlo a la cárcel comenzaron en 2003. La madrugada del 17 de enero fue sorprendido en un Peugeot 504 que estaba estacionado en Biedma 5750. Cuando lo arrestó la policía tenía consigo un gato hidráulico y dos matafuegos que, según comprobó poco después, había robado de otro coche. A partir de ese momento Mele enfrentó una causa por robo y tentativa de robo, por la que fue excarcelado.

Pero el domingo 16 de febrero, entre las 4 y 6 de la tarde, Arredondo estaba en Dr. Riva y Necochea. Molina iba una bicicleta tipo playera color verde. Melena declaró que el rodado le pareció "bastante lindo" y que entonces decidió hacerse "el boludo" para no llamar la atención. Se interpuso y Molina se defendió. "Entonces agarré y le di un puntazo más o menos en el pecho. El loco se cayó al suelo. Ahí le saqué la bicicleta y me fui al vuelo", narró Melena en la indagatoria. Después contó que entregó la bicicleta a un conocido a cambio de 20 pesos. Molina alcanzó a llegar con vida al Heca, pero murió al día siguiente.

Al valorar las pruebas, el juez señaló los "múltiples" testimonios recogidos en el lugar del crimen que coincidían en señalar a Melena como autor. "Melena y otros se juntan en Necochea y Dr. Riva y le roban a la gente", contaron vecinos.

A un mes de su confesión, Arredondo pidió ampliar su declaración y dijo que se vio obligado por la policía a confesar un crimen que no había cometido. Ramos no hizo lugar a esa denuncia. "La negativa del enjuiciado no sólo es tardía sino mendaz e introducida para descomprimir su situación. La confesión fue libre y espontánea y concordante con el material recogido", apuntó el juez.
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