El desafío de Ribeca: La otra meta, encontrar el equipo

El entrenador leproso debe buscar solidez para que Newell's sea confiable

La campaña de Newell's fue pasando de aceptable a mediocre, y eso se debe a que el equipo no terminó de definirse. Cuando se modifican demasiado nombres y esquemas difícilmente se llegue a pelear la punta. A los conjuntos campeones generalmente se los recuerda cómo se paraban y se le podía errar a un nombre o dos.

Si alguien se hace hoy la pregunta "¿cuál es el equipo base rojinegro?", es difícil responderla. Capria hoy se puede decir que es titular, pero no se lo consideraba así en las fechas en que se autoexcluyó. Ortega pasó por varias posiciones. La defensa se paró de distintas maneras. Belluschi se corrió varias veces de sector y la delantera rotó bastante.

El arquero y los dos volantes centrales aparecieron como lo más fijo del equipo, aunque a veces Rosada se paró de doble cinco y a veces de volante por izquierda.

Ribeca se encontró con ausencias importantes al empezar su trabajo y algunos problemas, como rendimientos individuales en baja, aunque también hay que decir que otros levantaron el nivel. Bajo esa situación intentó e intenta encontrar "el" equipo, ese que funcione de memoria, al que se lo pueda tildar de sólido.

Desde la 3ª fecha a la 6ª fue el mejor momento rojinegro del torneo, cuando no casualmente mantuvo un 3-4-1-2 con los mismos jugadores. Cuando se alteraron ecuación y nombres, Ñuls mostró grietas y altibajos. Por eso, la meta inmediata de Ribeca, amén de los puntos para la Sudamericana, será consolidar un equipo. Eso es impostergable, más allá de que hoy intentará hacerlo en un contexto de demasiadas modificaciones.