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domingo,
15 de
mayo de
2005 |
El "Episodio III" de la "Guerra de las Galaxias" llega en la medianoche del miércoles
El último capítulo de una saga que cambió
la historia del cine
La película de George Lucas cierra una historia iniciada en 1977 que generó millones de seguidores y de dólares
Fernando Toloza / Escenarior
"Episodio III: La venganza de los Sith" se estrena en la Argentina el próximo jueves a la cero hora, o el miércoles a la medianoche, que es lo mismo pero que puede calmar los nervios si se está muy ansioso por ver el secreto más grande de la saga "La guerra de las galaxias", la serie de películas que comenzó en 1977 y que se transformó en una referencia ineludible en el cine de ciencia ficción y en el mundo de los negocios del séptimo arte. Para tener una idea del impacto de la serie, valen los números: la saga recaudó hasta el momento 3.500 millones de dólares en los cines y 9.000 millones de dólares en productos (muñecos, libros y otros). Una perspectiva que deja en claro que se está hablando de algo más que de una película. Y más allá de los números, ahí está el fervor de viejos y nuevos espectadores que prometen sumar más millones para Lucas y su imperio.
La saga no comenzó como tal. Cuando en 1977 George Lucas estrenó "La guerra de las galaxias" lo hizo como un filme para la matiné, según le gusta repetir al director. La estrategia narrativa para seducir era comenzar la historia por el "medio". Lo que en este caso significaba presentar los problemas de la joven Leia, la reaparición del anciano maestro jedi Obi Wan Kenobi y los buenos oficios del joven campesino Luke Skywalker. Se trataba del combate entre la democracia y el imperio. Un buen tema con el que Lucas se animaba a usar los efectos especiales como nadie los había empleado hasta el momento, si se exceptúa al paupérrimo Ed Wood, aunque salvando las diferencias.
Para preparar su primera película, Lucas bosquejó toda la historia. Pero lo hizo como una forma de trabajo y no como un proyecto. Con el éxito del primer filme vinieron los otros dos de la primera serie, que ponían en escena el fin del villano y el triunfo del bien, pero dejaban en las sombras parte de lo que hoy se considera central en la saga: la transformación del héroe en villano, o para decirlo en otros términos que ya han hecho escuela en la ciencia ficción -parentesco con la religión mediante-: cómo el elegido se vuelve el mayor enemigo de lo que supuestamente iba a defender.
"Episodio III" no es el final de la historia. Eso se contó en el que hoy es el capítulo seis, "El regreso del Jedi", donde el malvado Darth Vader moría y se redimía ante su hijo Luke Skywalker. "Episodio III" promete, en cambio, mostrar cómo Anakin Skywalker se convirtió en el frío Darth Vader, más máquina que hombre e impactante por el sonido de su respiración.
Según Lukas, le llevó treinta años poder llegar a contar ese momento. Para ello fue esencial no estar a las órdenes de un gran estudio. El realizador dijo que un estudio le hubiese pedido que mostrase enseguida a Darth Vader en el primer capítulo de la nueva serie y adiós, entonces, a todo el desarrollo de la vida de ese ángel caído que es Anakin según se ha empeñado en señalar la crítica desde hace años.
La saga seguirá en televisión, aunque Lucas no estará en el sillón de director. Pero la clausura del ciclo es "Episodio III" en los cines. Con algo de melancolía, ese mundo anacrónico y futurista a la vez brinda su última página. En algún momento se habló de tres episodios más. Ojalá que la Fuerza acompañe a Lucas para que la saga cierre aquí, con sus rasgos fascinantes y con su parafernalia de negocios, en esa disputa paradójica entre el cine independiente y el de los estudios.
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Fotos
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Ewan McGregor y Hayden Christensen, maestro y aprendiz en la película.
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