Cuando no se llega al crédito bancario

Financiación alternativa

La economía social da respuestas a la hora de conseguir techo, aceder a la salud o tapar "agujeros"

Florencia O'Keeffe / La Capital

Obtener un préstamo bancario con distintos fines es un objetivo inalcanzable para un alto porcentaje de argentinos. Aunque actualmente los bancos intentan flexibilizar los requisitos para captar nuevos clientes, la realidad indica que las exigencias para obtener dinero cash y devolverlo en cuotas suelen ser de muy difícil cumplimiento. Es que no son pocas las personas que aún empleadas o a cargo de un emprendimiento propio no pueden demostrar la totalidad de sus ingresos o carecen de los avales solicitados. ¿Dónde conseguir entonces la plata para encarar un emprendimiento familiar, remodelar la casa, cumplir con una intervención quirúrgica de complejidad, festejarle los 15 a la nena o hacer ese viaje tan deseado para toda la familia? ¿Están condenados a no poder progresar ni planificar quienes viven de un oficio, de changas o no cobran lo suficiente para ser merecedores de un préstamo aún cuando están en condiciones de devolverlo de acuerdo a sus posibilidades?

La post devaluación que obligó hasta a reactivar el empeño de joyas como paliativo para llegar a fin de mes, viene dando diversas respuestas por fuera del crédito tradicional que van desde tarjetas regionales, préstamos a sola firma y hasta un reverdecer de los círculos de ahorro con fines determinados. Pero sin dudas, uno de los sectores más sólidos y que más contención ha ofrecido es el de las mutuales. Las "viejas" sociedades de ayuda recíproca lograron campear los momentos más tormentosos y hoy se afianzan como alternativa concreta de financiamiento.

Santa Fe cuenta en la actualidad con 1.300 mutuales que dan servicios que van desde préstamos para diversos fines, turismo, sepelio, farmacia, hasta actividades culturales y deportivas. Se estima en 1.500.000 el número de personas asociadas a este sistema que genera 6 mil puestos de trabajo directos y 25 mil indirectos en toda la provincia.

"No sólo le buscamos una solución al problema de dinero del socio sino que además nos convertimos en uno de los pilares de la economía regional. Es que son muchos los comercios, pymes, micropymes, que reciben el servicio de ayuda económica de las mutuales por un monto global de mil millones de pesos", señaló a La Capital Víctor Rossetti, Presidente de la Federación de Entidades Mutualistas de Santa Fe.

Rossetti no duda en mostrar más datos que acreditan el lugar clave que el mutualismo y otros sistemas de financiamiento alternativo ocupan en la economía santafesina: "El 75% de las entidades vinculadas a las cámaras de comercio e industria han recibido en los últimos años financiamiento de entidades no bancarias", remarcó.

En la década del 90, cuando cientos de fábricas cerraron sus puertas, productores agropecuarios y dueños de pymes que no tenían ya acceso a los bancos fueron recibidos por las mutuales, relata Rossetti, sin ocultar su orgullo, al tiempo que reclama en forma "urgente" el marco jurídico adecuado que avale el accionar de estas entidades a las que consideró el "blanco de ataque de otros sectores que persiguen fines como la concentración de la salud y de las finanzas".

Un derecho innegable

Para el presidente de los mutualistas "el crédito es un derecho humano que no debe negársele a nadie". Rossetti está convencido de que "el crédito dignifica porque le permite al hombre que pone el lomo todo el día planificar y bregar por el bien de su familia". Aseguró que son muchas las mutuales las que le han dado a la gente "la posibilidad de acceder al techo propio o mejorar el que tienen".

Es por eso que después de los emprendimientos comerciales o empresarios se anotan los pedidos de dinero para tener la casita propia. "El techo es fundamental para realizarse y está comprobado que quien lo posee obtiene mejores condiciones para el presente y futuro de toda la familia", remarcó, una realidad que se palpa con total claridad en las localidades más pequeñas y en los barrios donde las mutuales son pilares históricos de su desarrollo.

Los créditos que ofrecen las mutuales se ubican en un rango que va desde los 500 pesos a los 30 mil pesos aunque de acuerdo a las características del pedido hay mutuales más solventes y consolidadas en condiciones de prestar dinero a la altura de un banco.


Buenos vecinos
"Al socio no lo volvemos loco con pedidos imposibles; para acceder a un préstamo determinado el dirigente que está al frente de la mutual se basa en el conocimiento real que tiene del asociado porque sabe de su vida y su trayectoria y puede determinar si está en condiciones de cumplir o no", dijo Rosseti. Incluso, en la mutuales si el asociado necesita una determinada garantía que avale su préstamo es la misma mutual la que se la consigue.

Las mutuales funcionan dentro de la órbita del Inaes (Instituto Nacional de Economía Solidaria) y su servicio está reglamentado por la resolución 1.418 que indica las pautas básicas que toda mutual debe cumplir para funcionar en regla. "Lo importante es que la entidad capte fondos y los vuelque en préstamos o acciones sociales concretas para el bienestar de sus socios", explicó el dirigente santafesino.

Entre los objetivos centrales del denominado "nuevo mutualismo" se anota la creación de convenios con empresas para que los trabajadores accedan a los beneficios de la mutual y obtengan créditos que se descuenten de sus recibos de sueldo.

En cuanto a las tasas de financiación que manejan, Rossetti dijo que "son accesibles para el común de la gente y en algunos casos menores que las bancarias ya que no manejamos los llamados gastos ocultos o de letra chica y tenemos fines sociales".

El dirigente aseguró que las mutuales pretenden convivir con el sistema financiero bancario porque no se trata de una "pelea entre grandes y chicos ya que en general apuntamos a objetivos diferentes". Por eso insistió en la importancia de obtener un marco legal por fuera del Banco Central para que "las mutuales no pierdan su escencia social".

El trabajo silencioso de muchas entidades que hoy facilitan el acceso a la casa propia, a la salud y a la recreación, aún espera el reconomiento de la ley pero también de la dirigencia política y de todos los argentinos.