Primera B

Argentino perdió e hipotecó su futuro

El Salaíto sigue en picada

Mariano Bereznicki / Ovación

El tiempo se acorta. La llama de la ilusión aún se conserva, aunque sin tanta fuerza. De ahora en más, las matemáticas entrarán a cumplir un rol fundamental en la vida deportiva salaíta. Queda poco y nada para que se baje el telón del torneo Clausura de la B. Argentino está dejando la sensación de que en cualquier momento se despide de la divisional. Por el momento nadie se atreve a exteriorizar esta idea. Aunque por dentro, muchos lo están meditando. Encima, la realidad lo está condenando. Ayer volvió a padecer el peso de la derrota en esta época de crisis en cuanto a resultados se refiere. El albo cayó ante Platense por la mínima diferencia, por la 18ª fecha, y su estado es sumamente reservado.

Así no va. Argentino no fue menos que el calamar. Pero perdió y eso es lo que cuenta. Sus números continúan estando en rojo, cada vez más intenso. El descenso está a la vista. Aunque todavía tiene chances de esquivarlo en forma directa pero entró a depender más que nunca de otros rivales.

El partido terminó siendo favorable al dueño de casa. Ya sea por situaciones como por actitud. Pero el calamar, que es uno de los animadores de este certamen, con poco y nada terminó embolsando los tres puntos.

De movida se vio un albo movedizo. Con ganas de ganar, a pesar de la obligación que tenía por hacerlo. Con el correr de los minutos se fue acercando hasta el área de Cagliardo. Pero de manera débil.

A los 22 minutos tuvo una inmejorable chance para engordar su flaco promedio mediante un penal que le cometieron a Raschetti, previa mano clara del volante anfitrión, que Zechillo obvió. Raúl Maldonado se paró frente a la pelota y ejecutó la pena máxima sin la potencia que se requiere en estos tipos de definiciones. En consecuencia, el balón acarició las manos del arquero Cagliardo, hizo escala en el horizontal y terminó desviándose.

Se acercaba el momento de ir a los vestuarios. Pero en la última jugada llegó lo inesperado. Córner para la visita, una serie de rebotes y el olfato de gol de Marcelo Ríos enmudeció a los simpatizantes salaítos.

En el complemento, los locales prosiguieron dominando las acciones pero continuaban sin poder capitalizarlas. Maldonado, Sandro Sánchez y Rosales estuvieron cerca de estampar el empate. Pero no. En consecuencia, Argentino terminó dando un nuevo tropezón y transita más que nunca por la delgada línea del descenso.

Raschetti se toma la cara como presagio de lo que viene.