Actos racistas en Madrid contra latinos por un crimen

Coincidiendo con el final del proceso extraordinario de regularización de inmigrantes ilegales en España, Madrid vivió brotes de violencia xenófoba en uno de los distritos con más residentes extranjeros, el de Villaverde, a raíz de la muerte de un joven español a manos de un inmigrante dominicano.

Los disturbios se produjeron la noche del viernes, después de una misa fúnebre, cuando unos 300 jóvenes recorrieron las calles de Villaverde para "cazar" inmigrantes y vengar la muerte del joven Manuel, de 17 años, quien murió apuñalado el pasado lunes por un inmigrante dominicano dos años mayor después de una pelea considerada "absurda" por la policía: los jóvenes habían discutido por beber de una fuente pública de agua potable.

La violencia se veía venir. En el banco donde murió Manuel, convertido en un altar, sus amigos habían depositado una carta que rezaba: "Tu barrio hará justicia. Esto no se va a quedar así".

"¡Les vamos a enseñar quién manda aquí!", gritaban algunos de los jóvenes, mientras otros convocaban a "buscar negros y sudacas para reventarlos", según relataron testigos presenciales.

Los disturbios terminaron con cuatro inmigrantes heridos, uno de ellos Víctor Sánchez, reportero colombiano del periódico local Latino, quien sangraba abundantemente por la cabeza luego de ser atacado. Los atacantes además insultaron y agredieron con patadas y puñetazos a dos redactores del diario El País, según la crónica del propio rotativo.

La turba también se cebó en una mujer dominicana que estaba sentada en un banco dándole la merienda a sus hijos. "Me tiraron al suelo, me patearon y me escupieron", se quejaba la mujer, presa del pánico.

Si bien hubo vecinos que recriminaron la actitud de los violentos, entre ellos al parecer militantes de la extrema derecha y de la ultraizquierda, otros alentaban a los agresores. "¡Matádlos a todos! Tenéis que colgarlos de un árbol y que no quede ni uno!", gritaba un vecino, relató el reportero del diario El Mundo.

Las escenas recordaban al peor brote racista vivido en la historia reciente de España y ocurrido en la localidad andaluza de El Ejido hace cinco años, después de la muerte de una española a manos de un inmigrante africano.

La ciudad de Villaverde, en el sur de la capital, tiene unos 140.000 habitantes, el 15 por ciento de ellos inmigrantes, lo que supone la octava tasa más alta de Madrid. El colectivo más numeroso los forman los ecuatorianos, seguidos de marroquíes, colombianos y rumanos.

Si entre muchos vecinos reinan la rabia y el estupor, entre los inmigrantes se instaló el miedo. Muchos no se atreven a salir a la calle, luego de que ya hace unos días grupos de jóvenes atacaron con piedras comercios administrados por extranjeros, como locutorios y bares. (DPA)