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sábado,
30 de
abril de
2005 |
Historias canallas
Don Angel es el libro abierto de las anécdotas. Como el día que fueron a una gira a Paraguay: "Llegamos y ya andaban algunos arriba de un camión con unas minas. Jugamos dos partidos y perdimos con equipos del montón, entonces los paraguayos nos dijeron que iban a reforzar nuestro equipo para jugar contra Sportivo Luqueño, el campeón. ¡Para qué! Nos tocaron la moral. «Los vamos a matar», dijimos con Federico Vairo, Fogel y el Coco Rosa. Nos concentramos dos días y les pegamos un toque, les ganamos 6 a 2 y en cada gol nos subíamos al alambrado como locos. A la vuelta no llegábamos en hidroavión antes de Navidad, así que enfermamos a uno para cruzar en la balsa a Clorinda y dormimos en el gallinero de una casa". Zof trabajaba en el ferrocarril, donde tomaban el mate cocido en la tachara con un sandwich y salían a practicar en bicicleta: "Cuando vino el Racing campeón de Ramón Cereijo, andábamos en bicicleta y ellos llegaron en autos últimos modelo. Ya entramos perdiendo 1 a 0". O como el clásico que animan con el profe Vigna, que le endilga haber hecho el gol en la primera de Central que le falta a Zof. Y el Viejo retruca: "Un día de paro de los jugadores de primera, Central le ganó 10 a 1 a Racing. Uno pateó al arco, le rebotó a Vigna que estaba parado y entró".
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