Diez años de renegociación

El proceso de renegociaciones entre Aguas Provinciales y el gobierno duró tanto como lo que lleva la concesión. En rigor, comenzó a perfilarse a partir del año 96, cuando la empresa reclamó una actualización catastral. De ese modo, se actualizaron las tarifas ya que el servicio se cobra por metro cuadrado.

De todos modos, la única renegociación acordada por ley (la 11.665) fue la que se cerró en el año 1999. A partir de esa instancia, la discusión transcurrió sobre la suspensión de metas y objetivos, pero que nunca se terminaron de cerrar a través de una norma legislativa.

Con ese acuerdo del 99, cerrado en mayo cuando gobernaba Jorge Obeid, se autorizó a la compañía a un aumento de tarifas del 13,85 por ciento, que la empresa debía destinar a obras.

La empresa nunca concretó totalmente estas inversiones y por eso en el último tiempo el gobierno provincial le reclamó que devuelva el importe ingresado por esa reactualización tarifaria, que valuó en más de 28 millones de pesos.

Después la empresa volvió a plantear una ruptura de la ecuación económico-financiera, que dio lugar a una nueva renegociación encarada por una comisión que se había formado en la gestión de Carlos Reutemann. Esto se formalizó a través del decreto 1691 del año 2000, por el que se suspendieron las obligaciones de mejoras en áreas en las que se prestaba servicio y desarrollo en las que no había. El argumento de Aguas fue que la alta incobrabilidad afectaba la ecuación.

En el año 2002, poco antes de la sanción de la ley nacional de emergencia económica, Reutemann firmó el decreto 2001 que extendió esta suspensión de metas. El año pasado, Obeid decidió volver al contrato "original", tomando como base el del 99. "Dimos por terminado todo tipo de actas o de renegociaciones que se conversaron pero no se concretaron, para poder hacer a partir de ahí una renegociación hasta diciembre de 2005, como establece la ley de emergencia económica a la que la provincia adhirió", comentó el ministro Alberto Hammerly.